a crónica gráfica del Día del Trabajador dejó un puñado de imágenes en gran parte del planeta. En ellas quedó claro que las reivindicaciones de los países más avanzados están a otro nivel y que hay trabajadores en el mundo que luchan por tener unas condiciones laborales dignas y romper con la tiranía que han exportado las multinacionales.

En esa batalla desigual por los derechos, hay países que huyen de esta celebración por los tintes comunistas que arrastra. Es el caso de Estados Unidos, que tiene marcado en el calendario la festividad del Labor Day el 9 de septiembre y con proyección menos sindical.

En cambio, en Rusia, sobre todo en Moscú, el 1 de mayo es el día en el que salen a la calle los nostálgicos de la Unión Soviética cargados de simbología. No faltan -ayer tampoco- las imágenes de Lenin y las banderas rojas con la hoz y el martillo.

En otros lugares como Turquía, las manifestaciones ligadas a esta celebración llevan años prohibidas y salir a la calle tras una pancarta conlleva el enfrentamiento con la policía y en algunos casos el arresto. Estambul volvió a ser ayer un auténtico polvorín. Según el último recuento casi 200 personas fueron arrestadas en la capital turca por intentar manifestarse.

También hay países en los que los presidentes asumen las reivindicaciones y se pone al frente de las movilizaciones. Es el caso de Alemania, donde el canciller alemán Olaf Scholz vivió en Düsseldorf su primer 1 de mayo al frente del Gobierno. Y fue abucheado por parte de los manifestantes durante su intervención por defender el envío de armas a Ucrania, que estuvo presente en gran parte de las movilizaciones en Europa.

Más centrada en el ámbito laboral y con la vista puesta en su posible candidatura a las próximas elecciones generales, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no solo participó en la manifestación conjunta de Comisiones Obreras y UGT en Madrid, también se subió al estrado. Junto al también ministro de Unidas Podemos Alberto Garzón (Consumo), Díaz anunció desde los micrófonos de los sindicatos que “estos días” se constituirá una comisión para la “gran reforma del derecho laboral”. La parte socialista del Gobierno estuvo representada por su portavoz, Isabel Rodríguez, quien destacó los avances laborales logrados esta legislatura frente a los “retrocesos” y “recortes” de la derecha.

Otro político con aspiraciones, el francés Jean-Luc Mélenchon, tercero en la últimas elecciones presidenciales y posible aglutinador de las corrientes de izquierda del país, participó en la manifestación de París. Durante la marcha se produjeron incidentes tras la quema de varios objetos en la vía pública.

Por su parte, el papa Francisco denunció la muerte de trabajadores en sus puestos, una “tragedia muy extendida, quizá demasiado”, advirtió desde la ventana del Palacio Apostólico en ocasión del Primero de Mayo. “Hoy es la Fiesta del Trabajo. Que sirva de estímulo para renovar el compromiso para que todos y en todos los lados el trabajo sea digno y que desde el mundo laboral venga la voluntad de hacer crecer una economía de paz”, dijo tras el rezo del Regina Caeli, que sustituye al Ángelus en tiempo pascual.

En China la celebración estuvo marcada por el rebrote del covid.