- El encarecimiento de los precios energéticos y de materias primas y la escasez de suministros son dos problemas que generó la crisis provocada por la pandemia de coronavirus y que la guerra declarada a Ucrania por Rusia no han hecho más que agravar, y una fórmula para hacerles frente es repensar la política de compras de las empresas para establecer una relación más estable y duradera con los proveedores críticos.

Es la teoría que defiende Edorta Herce, director general de Ategi, una firma especializada en la gestión de compras radicada en Arrasate. La experiencia de 21 años de esta empresa guipuzcoana le confiere una visión global de los mercados con una conclusión que invita a la prudencia. “La situación es poco probable que se corrija en el corto plazo”, admite Herce, ante lo que recomienda “una profunda reflexión estratégica que cuestione o valide la cadena de suministros de las empresas”.

Uno de los aspectos que para Ategi resulta prioritario es establecer una relación más duradera con los proveedores de los materiales que cada empresa, según su actividad, considera críticos para su normal funcionamiento. Pero Herce incide en otra cuestión a su juicio fundamental como es la cooperación entre empresas. “La colaboración posibilita que cada empresa disponga de unos recursos superiores a los que de forma individual puede acceder, preservando su independencia y permitiéndole aspirar a nuevos retos estratégicos”, defiende.

No hay que olvidar, subraya, que el peso de las compras en los costes de las compañías es habitualmente muy relevante, por lo que “una gestión eficiente de la función de compras puede ser lo que nos diferencie de nuestra competencia”. Más aún en estos momentos, en los que las organizaciones empresariales advierten de la paralización de la actividad si los precios de materias críticas como la energía, el gas, el aluminio o el níquel mantienen un crecimiento desbocado por el conflicto bélico en Ucrania.

Una de las principales preocupaciones es el incremento del precio de la energía y, a este respecto, Ategi ha planteado para “reducir la alta volatilidad de los mercados y la exposición al riesgo de sus clientes” varias alternativas como repartir la contratación a diversas comercializadoras según el perfil del cliente, pactar coberturas de uno o dos años, buscar contratos más a largo plazo y encontrar formas de aprovisionamiento diferentes, lo que ha resultado en reducciones del precio de en torno al 17%,

No obstante, alerta de que la situación se ha complicado en el ámbito del gas, donde la negativa de abrir el gaseoducto Nord Stream 2 que une Rusia con Europa obliga a competir frente al mercado asiático y provoca “un estrés adicional a los precios que ya se venían pagando” y que, según sus estimaciones, no parece que vaya a resolverse en un corto plazo.

Algo parecido ocurre con la escasez en el suministro, cuestión que Ategi consideraba que se comenzaría a solucionar en el tercer trimestre del presente ejercicio y con la guerra declarada por Rusia “es imposible saber cuánto puede alargarse”.

El análisis de Edorta Herce apunta que la invasión de Rusia a Ucrania “va a impactar en las cadenas de suministro, en el ámbito energético y en las materias primas”, lo que también complica la política monetaria de los bancos centrales europeos por lo que urge tomar decisiones empresariales.

Ategi propone ayudar al tejido productivo en esta actividad a través de su servicio Ategi Futures. Su base se encuentra en la constatación de que “los riesgos han venido para quedarse, cada vez existen impactos más frecuentes y severos a las cadenas de suministro”, ante lo que Ategi propone una herramienta predictiva que emplea un algoritmo para evaluar la información sobre materias primas, tanto metales como polímeros, en los mercados internacionales que le permite avanzar comportamientos con una periodicidad diaria.

De este modo, la empresa tiene más datos para anticipar, gestionar y minimizar el impacto de los problemas que puedan surgir en la cadena de suministros. A esta propuesta, y dentro de la actividad de I+D de la firma de Arrasate, se le une Ubika, una solución tecnológica que permite conectar a los proveedores de transporte y a las empresas para mejorar la trazabilidad del producto.

La innovación es una de las áreas a las que la firma guipuzcoana otorga relevancia, por su capacidad de apoyar un servicio que se abre a múltiples sectores de la actividad económica en un mercado global. Según indica Herce, Ategi trabaja para más de 40 grupos industriales como la automoción, la máquina herramienta, el equipamiento, los ascensores o las bicicletas.

Además, apuesta por “dar soporte en la gestión de las compras a nuestros clientes desde una perspectiva global, allá donde estén”, asegura Edorta Herce. La central se encuentra en Arrasate, pero también tiene oficinas en China, India y Vietnam, junto con colaboradores en Taiwán, Estados Unidos y México para tratar de fortalecer el área de la internacionalización, que es la más nueva de Ategi. Precisamente uno de sus objetivos es potenciar esta actividad en el extranjero y en la actualidad analizan una nueva implantación en Turquía para consolidar el mercado asiático.

Grupo Mondragon. Ategi nació en 2001 para dar servicio en la gestión de compras de 15 cooperativas del Grupo Mondragon y, dos décadas después, su cartera de clientes alcanza más de 300 empresas. Con una plantilla de 40 profesionales, la firma de Arrasate desarrolla su labor en cinco áreas que son la gestión de compra de energía, la coordinación del transporte de mercancías, la adquisición conjunta de tecnologías de la comunicación y la informática, la oferta de suministros y servicios y las compras internacionales, el área más novedosa con una fuerte presencia en Asia. En la actualidad, Ategi intermedia alrededor de 500 millones de euros tanto en la gestión directa de los servicios como en el impulso de proyectos intercooperativos de las empresas con el objetivo, tal y como subraya su director general, Edorta Herce, de “ser una empresa especialista en el proceso de compra que ayuda a sus clientes a ser más competitivos y rentables”.

“La apuesta por una transición energética lleva a la descarbonización, pero no a la reducción de costes”

“En estos últimos años estamos generando un ahorro medio anual del 18% a las empresas”

“Los riesgos han venido para quedarse, cada vez hay impactos más frecuentes y severos”

Director general de Ategi