- Euskadi contabilizó el pasado año 36.364 accidentes laborales que provocaron la muerte de 35 trabajadores, lo que representa ocho más que un año antes, y 210 heridos de gravedad con un incremento de catorce casos con respecto a 2020. Esto supone que los siniestros en el trabajo provocan una muerte cada diez días y un herido grave cada dos jornadas.

De esta forma, la mortalidad en jornada de trabajo aumentó un 47,6% al certificarse 31 fallecidos, por los 21 del año precedente, cuando la actividad económica se redujo como consecuencia del coronavirus. Los fallecidos in itinere fueron cuatro, por los seis apuntados un año antes.

También aumentaron los lesionados de gravedad en su puesto de trabajo (+8,9%) al declararse 184 heridos graves, por los 169 de 2020. Los heridos de pronóstico grave en el camino de ida o regreso del empleo fueron 26, uno menos que un año antes.

Según datos de Osalan recogidos por Europa Press, los accidentes en jornada el pasado ejercicio ascendieron a 31.232 (+15,9%) y los contabilizados in itinere a 3.619 (+11,6%). Por su parte, las recaídas que conllevaron baja fueron 1.513 (+13,7%).

Del total de accidentes en jornada de trabajo, 31.017 fueron leves (+15,9%), 184 graves (+8,9%) y 31 mortales (diez más). Los siniestros in itinere de carácter leve fueron 3.589 (+11,8%), hubo 26 graves (por 27 en 2020) y cuatro fallecidos (dos menos).