- El 43% de las empresas guipuzcoanas que están inscritas en los registros oficiales carecía de actividad en 2021, al no haber publicado datos ni depositado cuentas tal y como les obliga la ley. Aunque elevado, este porcentaje se encuentra por debajo de la media estatal, donde el 51% del entramado empresarial carece de actividad según un estudio realizado por la consultora Iberinform.

El informe analiza el número de compañías inscritas en el Registro Mercantil, puesto que este trámite es imprescindible para dar de alta un negocio y notificar las sucesivas acciones que se deriven de su actividad. La no presentación de cuentas o la falta de información durante el año denotan que una empresa, en realidad, no está en funcionamiento.

Según Iberinform, en Gipuzkoa el pasado año figuraban como inscritas en el Registro Mercantil un total de 56.761 empresas, de las que 32.361 habían presentado información o depositado cuentas mientras que las 24.400 restantes mostraban ser inactivas.

Estos números no coinciden con los que mensualmente aporta la patronal vasca Confebask sobre la evolución del tejido empresarial, y la razón se encuentra en que la fuente de la que obtiene esta información es la Seguridad Social. Así como la mayor parte de las empresas que se constituyen, aunque con algunas excepciones, está obligada a inscribirse en el Registro Mercantil, tan solo en el caso de que vaya a contratar a personas tiene la condición de acudir a la Seguridad Social.

En este caso, la cifra de negocios guipuzcoanos que, además de demostrar su actividad, se encuentran en condiciones de crear empleo se sitúa en 20.458 según los últimos datos de Confebask referidos a diciembre del pasado año.

Este dato revela que el tejido empresarial guipuzcoano aún no ha recuperado el nivel que presentaba en febrero de 2020, en los momentos previos al inicio de la crisis económica desatada por la pandemia de covid-19. En concreto, sería necesario crear 111 firmas para volver a esta situación.

El duro golpe que representaron las sucesivas medidas adoptadas para frenar la expansión del coronavirus tuvo un negativo efecto en todos los sectores de la actividad económica del territorio aunque, según asegura la patronal guipuzcoana Adegi, no afectó por igual al conjunto del tejido empresarial. En cualquier caso, en los momentos más duros de la crisis económica derivada de la sanitaria el territorio llegó a perder 573 compañías con una caída de la que costará recuperarse.

El mismo mes de noviembre demostró que no todo el camino está andado porque, tras dos meses consecutivos de crecimiento del entramado empresarial, volvió a retroceder con la desaparición de 178 firmas, de las que un mes después ha recuperado tan solo dos compañías.

A pesar de ello, el balance del año pasado es positivo porque el empresariado guipuzcoano ha sabido hacer frente a las complicaciones y mantener, por lo general, su negocio a flote. Como dato que lo corrobora, en diciembre de 2021 estaban activas en Gipuzkoa 265 empresas más que en el mismo mes del año anterior, con un crecimiento del 1,3%.

La evolución del tejido empresarial guipuzcoano tiene la misma tendencia que la del conjunto de la CAV, con un diciembre que ganó 10 empresas con respecto al mes anterior, una cifra que asciende a 623 si se compara con el mismo mes de 2020, cuando se vivió una situación muy difícil en la que desaparecieron 1.436 firmas con respecto a 2019.

Las diferentes ayudas establecidas por instituciones públicas en colaboración con entidades privadas tanto del ámbito vasco como del estatal, referidas en gran medida a garantizar la liquidez de las compañías para impedir que sucumbieran por falta de circulante, consiguió preservar gran parte del tejido económico.

Iniciativas posteriores encaminadas a impulsar el emprendimiento lograron que en diciembre del pasado año se recuperaran el 64% de las empresas perdidas en el peor momento de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, entre marzo y abril.

Sin embargo, todavía queda un 37% por crear para que la maquinaria económica de la CAV se encuentre en niveles de funcionamiento similares a los de 2019. La industria es el sector que más esfuerzos habrá de realizar porque, pese a que ha perdido menos firmas que servicios, también partía de una cifra inferior. En el transcurso de la pandemia esta actividad ha visto desaparecer 170 compañías que, en términos porcentuales, equivale a un 2,4% menos de las que tenía en febrero de 2020.

Los servicios, por su parte, han visto caer a 669 negocios en el mismo periodo, lo que representa una caída del 0,9%, mientras que en la construcción hay 15 empresas menos, con una bajada del 0,3%.

Normativa. Una sociedad mercantil que no se inscribe en el registro pasa a considerarse una sociedad civil o irregular. Esta catalogación exime al negocio de abonar el Impuesto de Sociedades, pero sus socios sí deberán cotizar a la Hacienda por rendimientos del trabajo en la declaración del IRPF. Además, si el negocio no pudiera afrontar con su patrimonio las operaciones derivadas de su actividad, tendrán que ser los socios quienes respondan con sus bienes. Por otro lado, las sociedades mercantiles que funcionen como tal y que no se hayan dado de alta en el correspondiente registro podrían ser objeto de un expediente sancionador con multas de entre 1.200 y 300.000 euros.