- El debate generado en torno a la reforma de las pensiones, en opinión de Virginia Oregui, se ha planteado de manera incorrecta y crea miedos infundados en la sociedad sobre su futuro una vez le llegue el momento de la jubilación.

¿Qué rumbo está tomando la reforma de las pensiones?

-Tiene que haber información veraz sobre lo que se pretende hacer y yo creo que a veces hay mucha confusión en todo el debate sobre pensiones, hay mucho sesgo de uno y de otro lado, y no es correcto. Se ha inculcado a la sociedad un cierto miedo de que en función de qué gobierno esté no vamos a tener pensiones. Esto no es cierto, es un error. Pensiones públicas va a hacer siempre, otra cuestión es que hay que ver cómo se construyen y no es malo que haya un debate en el que se diga que con el modelo actual esas pensiones pueden llegar a verse algo reducidas, nunca desaparecidas. Ese debate tiene que centrarse mucho mejor de lo que se ha planteado. Nosotros hemos hecho las cosas de manera responsable. Entendemos que la sociedad actual está imbuida por un cortoplacismo que hace que sea más difícil contemplar proyectos como el nuestro, que es de medio y largo plazo de acompañamiento permanente, pero es lo que somos y no vamos a cambiar.

Compareció en el Pacto de Toledo para explicar este modelo. ¿Qué impresión se llevó?

-Tenemos una valoración muy buena en los ámbitos estatal e internacional. Cuando estuve en el Pacto de Toledo la valoración por parte de todos los partidos fue buena y no conocían el modelo. La longevidad es un hecho, vamos a vivir más, y nuestras tasas de natalidad son muy bajas, no vamos a tener la tasa de reposición adecuada. Nuestro sistema público de pensiones es de reparto, los que cotizan hoy pagan las pensiones de hoy, y esa variable se nos ha roto por culpa de la demografía. Hay solo tres maneras de afrontarlo, aumentando ingresos, aumentando la edad de trabajar o reduciendo gastos. Se han ido incorporando restricciones para acceder al 100% de pensión, se ha ido incrementando el ingreso porque han ido aumentando las cotizaciones sociales, y también se ha ido aumentando el número de años que tienes que trabajar para poder cobrar el 100%. Se ha actuado en las tres líneas y aún y todo sigue habiendo problemas. Esto es una realidad que ya han examinado en el Pacto de Toledo y que no es nueva.

¿Qué papel puede jugar Geroa en ese escenario?

-Nuestro modelo se desarrolla desde hace mucho tiempo en otros países de Europa. Supone un coste, es verdad, pero también lo tiene la vía impositiva. Pero en el caso de los impuestos es el Gobierno al frente quien decide en cuál de ellos lo carga y a quién afecta más, mientras que en nuestro modelo se trata más de un esfuerzo personal y proporcional. Puede haber métodos de acompañamiento donde el Estado puede amparar a aquellos que tienen menos posibilidades de ahorro, sin lugar a dudas, y sería bueno. Hoy no es el modelo en Euskadi o en el Estado, pero puede serlo.

¿Se han producido cambios en la política fiscal para beneficiar este tipo de entidades?

-Lo llevamos pidiendo mucho tiempo, pero seguimos sin tener un sistema fiscal adecuado en el ámbito de la previsión, es una asignatura pendiente. Fiscalmente no se está actuando de la manera que se debería actuar, pero corresponde a las haciendas tomar esa decisión.

Geroa invierte en empresas. ¿Con qué criterios?

-Todas las entidades de previsión invierten para generar un valor que, a su vez, se reinvierte. Invertimos en las empresas, de Euskadi e internacionales, pero no solo en su capital, sino también dando préstamos, o comprando bonos cuando los emiten, o comprando a las empresas sus pabellones cuando necesitan liquidez para alquilárselos. Nuestra ventaja es que tenemos un patrimonio elevado porque responde a muchas aportaciones, y que operamos bajo una estricta responsabilidad social. Sustituimos la variable demográfica que tienen los modelos de reparto por una variable de capitalización. Y ambas combinan bien.

¿Cómo les ha afectado el covid?

-El año 2020 fue complicado hasta marzo, que conseguimos remontar muy dignamente a finales de año. Las aportaciones se redujeron de manera muy pequeña, y en lo que hace referencia a nuestras inversiones, en marzo caíamos de manera muy significativa pero conseguimos cerrar el año en positivo.