- El diputado de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural se muestra confiado en la consolidación económica de Gipuzkoa porque, según piensa, hay un compromiso de todos los agentes por trabajar en la misma dirección.

La recuperación es ya un hecho en Gipuzkoa. ¿Se está produciendo al ritmo esperado?

-El ritmo de recuperación seguramente ha batido los escenarios establecidos, creo que estamos recuperando antes de lo previsto, dentro de lo difícil que era poner calendarios en momentos de crisis, sobre todo por la intensidad que tuvo la caída. Yo soy optimista, incluso los sectores más castigados se recuperan a una buena velocidad.

¿Cómo equilibrar esa reactivación en esos sectores?

-Hay que tener en cuenta que antes de la pandemia ya se estaban viviendo transformaciones que el covid ha acelerado. Ahora, debemos tratar de desplegar las herramientas para acompañar a todos los sectores en sus transformaciones, al tiempo que mantenemos las ayudas a la recuperación. Hay que tener en cuenta que en un mundo tan globalizado vamos a tener impactos puntuales, hoy son las materias primas y mañana puede ser otra cosa, lo que nos obliga a ser flexibles y tomar decisiones a veces sin la visibilidad a largo plazo que nos gustaría tener, es el mundo que toca.

¿Qué afección tienen en Gipuzkoa la escasez de semiconductores y la escalada general de precios?

-Tanto directa, porque muchos productos que se fabrican en Gipuzkoa tienen su componente electrónico, como indirecta, al existir muchas empresas que están en las cadenas de valor globalizadas y se ven afectadas.

Tras una primera respuesta de urgencia, ¿a partir de ahora qué estrategia económica se va a seguir?

-Estamos recuperando los retos y las transformaciones que trabajábamos antes de la pandemia. En lo que nos queda de legislatura vamos a seguir con nuestros programas de innovación, de I+D, de formación continua a lo largo de la vida... Los programas estructurales los vamos a mantener pero vamos a trabajar cuatro ámbitos de forma especial.

¿Cuáles son esos ámbitos?

-El primero son los proyectos estratégicos, fruto de una reflexión realizada en 2016 dentro de Etorkizuna Eraikiz donde identificamos algunos sectores y actividades como estratégicos para el territorio con base en las características y fortalezas que tenemos en Gipuzkoa y también en las tendencias globales de futuro. Eso dio lugar a Ziur en ciberseguridad, Mubil en movilidad inteligente y sostenible, Adinberri para un envejecimiento saludable, Elkar-Ekin para una inserción y para una ayuda a los colectivos que están en riesgo de exclusión a través del empleo, Labe, 2deo y Naturklima.

Junto con estos proyectos, ¿qué otros retos se plantean?

-La digitalización es el segundo ámbito, con especial hincapié en las organizaciones y en las personas dentro de la empresa que tienen que interiorizar esa tecnología para que sean capaces de transformar esas organizaciones, la forma de trabajar e incluso los modelos de trabajo. No queremos solo digitalización, sino transformación digital, que conlleva un paso más y que supone la incorporación de las personas a la tecnología.

¿Cuál es el tercer ámbito?

-Todo lo relacionado con el trabajo del futuro. Nuestras empresas, normalmente pequeñas y medianas, para su competitividad tienen que ser capaces de atraer a las mejores personas y competencias para desarrollar sus proyectos de futuro. La forma en la que trabajamos está cambiando y, si queremos empresas atractivas, tenemos que entenderlo. Además de poner en valor nuestro producto y los aspectos diferenciales de nuestras empresas, vamos a tener que habituarnos a otras formas de trabajo, no solo a distancia, sino también incorporando personas a tiempo parcial. El teletrabajo ha metido un acelerón que no esperábamos y creo que una parte del trabajo puede estar fuera de la empresa. No hablo de internacionalización, sino de externalización. Tenemos que ser conscientes de que para incorporar las mejores personas a nuestro proyecto debemos enamorarles y tener la flexibilidad para adecuar el trabajo a lo que buscan.

Queda una última área estratégica.

-Es el reto de escalar los proyectos en Gipuzkoa. En general, nuestro tamaño de empresa es pequeño o mediano, que a veces es una fortaleza, pero para determinados proyectos y sectores es importante que diferentes compañías colaboren o se establezca un crecimiento inorgánico. Y para potenciarlo, resulta fundamental que el liderazgo esté bien organizado y definido. No hablo tanto de la parte de la gestión, sino de la propiedad, que debe liderar los proyectos con ambición porque si no, corremos el riesgo de no crecer al mismo ritmo que otras empresas o zonas y de caer de algunas de las cadenas globales en las que hoy participamos. La velocidad, la necesidad de inversión para mantener la competitividad, la innovación y la I+D requerirán de colaboración, de conseguir cierto tamaño.

¿Cuál de estos ámbitos ve más avanzado?

-Cada uno está en un momento distinto, pero todos son importantes y el esfuerzo que destinamos a cada uno responde a las necesidades específicas que tiene. Todos ellos marchan según calendario. Hemos establecido redes, comunidades y ámbitos de trabajo de forma colaborativa, y eso lo veo bien en todos.

¿Cómo va a cambiar el modelo económico de Gipuzkoa?

-A los retos identificados hay que sumarles los propios de la evolución del mercado tanto por la parte del consumo, donde los hábitos están cambiando, como por la parte de la tecnología, que hace que surjan nuevos actores que provocan disrupciones en los mercados. Y es importante que en estas disrupciones no nos quedemos descolgados, lo que nos obliga a estar permanentemente alertas. Pero tenemos como fortaleza nuestra apuesta como territorio por invertir en centros de investigación, tecnológicos y de conocimiento que, si lo hacemos bien, activarán procesos de innovación en nuestro tejido empresarial, y debemos intensificar esa carrera.

Ya con las aguas más calmadas, ¿qué sensación le queda de la polémica sobre Corrugados Azpeitia?

-Nuestra función es actuar con visión de futuro para crear una economía fuerte para Gipuzkoa, porque es la base del bienestar social que dejaremos para próximas generaciones. No olvidemos que el tejido económico sobre el cual nosotros hemos construido un buen nivel de bienestar social es producto de lo realizado por generaciones anteriores, que fueron muy emprendedoras y tuvieron una cultura del esfuerzo muy importante. Lo que nos toca a nosotros es construir para las próximas generaciones. Siempre que sea generar actividad con una visión amplia de país porque aporta valor, estaremos ahí. En el caso de Corrugados Azpeitia creo que hicimos lo que teníamos que hacer con nuestra visión de apoyar siempre la actividad económica. No hace falta decir que cumpliendo con todo lo necesario. Será así en Azpeitia como en todos y cada uno de los pueblos y valles de Gipuzkoa.

¿Qué previsiones de crecimiento maneja la Diputación de Gipuzkoa? ¿Se verán modificadas con los últimos acontecimientos?

-Es difícil valorar el impacto de los últimos hechos. Con la bajada que tuvimos de más de nueve puntos el año pasado, prevemos un incremento del PIB guipuzcoano del 6,7% para este ejercicio y de un 5,7% para el año 2022. Son crecimientos importantes y, más allá del consumo privado, que tirará mucho, de lo que nos tenemos que preocupar es de los retos y transformaciones que tenemos sobre la mesa. Es una carrera para poder mantenernos en esas cadenas de valor globales de las que hablaba antes.

¿Cuáles son las piedras en la senda de la consolidación económica de Gipuzkoa?

-El principal riesgo es la actitud, el conformarnos.

¿Es Gipuzkoa un lugar atractivo para invertir?

-Sin duda. En el ámbito de las actividades más innovadoras o donde hasta ahora no hemos tenido tanta presencia, uno de los ejemplos más claros de la transformación de Gipuzkoa es el sector de las biociencias. Tenemos un polo que hoy ya es una realidad y sigue creciendo. En el territorio disponemos de centros de conocimiento, de personas muy preparadas y de una administración ágil para tomar decisiones y acompañarles en ese viaje.

¿Y en el caso de actividades más tradicionales, que tienen una implicación clave en Gipuzkoa?

-En sectores más maduros tenemos grandes fortalezas porque en muchos de ellos toda la cadena de proveedores está a menos de una hora en coche. Así como en otros países para visitar a los proveedores hay que coger el avión, aquí en una mañana estás con todos. Eso es una fortaleza tremenda. La competitividad de una empresa es también lo competitivos que sean sus proveedores, y aquí hay mucho conocimiento. Otra ventaja es que Gipuzkoa es un territorio estable, predecible, no tiene sustos, lo que te permite destinar tus energías al mercado y no a regulaciones que cambian de un día para otro.