- El Gobierno Vasco va a destinar cuatro millones de euros a subvencionar inversiones empresariales que protejan el medio ambiente, unas ayudas que contribuyen al cumplimiento de los objetivos de la Estrategia de Economía Circular de Euskadi 2030 y del Plan de Prevención y Gestión de Residuos del País Vasco 2030.

Según indicó ayer el Ejecutivo vasco, la dotación económica de estas ayudas se ha duplicado respecto a la convocatoria de 2020, y la contribución del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, FEDER, supondrá el 50% del importe subvencionado.

Las ayudas se distribuyen en diversas líneas. La primera de ellas establece ayudas a la inversión que permitan ir más allá de las normas de la Unión Europea en materia de protección medioambiental o incrementar este cuidado cuando no exista normativa europea.

Otra línea de subvención establece ayudas para la adaptación anticipada a futuras normas europeas, mientras que una tercera está destinada a la elaboración de estudios medioambientales.

El Gobierno Vasco citó como cuarto eje las ayudas a la inversión para el reciclado y reutilización de residuos generados por terceros. En este caso, han de cumplirse diversas condiciones como que la inversión se destine a reducir los residuos generados por otras empresas. Otra exigencia es que se demuestre que, si no existe esta inversión, los materiales reciclados o reutilizados serían eliminados o tratados de manera menos respetuosa con el medio ambiente.

Además, las ayudas no liberarán indirectamente a las personas responsables de la contaminación de una carga que deba considerarse un coste empresarial normal. El Ejecutivo vasco añade que las inversiones no han de tener como único efecto el aumento de la demanda de materiales para el reciclado si este incremento no se traduce en una mayor recogida de este tipo de materiales.

Una quinta línea de ayudas irá destinada al saneamiento de terrenos contaminados cuando no se pueda identificar a la persona responsable de la contaminación o no pueda ser tenida legalmente como responsable de financiar la rehabilitación, de conformidad con el principio de que “quien contamina paga”.

Por último, la norma contempla una línea de ayudas que va destinada a las pequeñas y medianas empresas y ofrece servicios de asesoramiento en materia de medio ambiente.