- La iniciativa para poner en marcha una planta de electrolizadores para generar hidrógeno entre Iberdrola e Ingeteam se ha diluido al optar la eléctrica vasca por una alianza con la estadounidense Cummins que correrá con todo el riesgo de la inversión al instalar en solitario una fábrica en Guadalajara.

La razón ha sido bastante clara, la empresa norteamericana quiere las mayores ayudas públicas posibles, a fondo perdido, no quiere compartir la tecnología y, además, quiere tener las manos libres para decidir en el futuro a su antojo sin tener socios, y menos públicos, que condicionen sus decisiones.

Y esta es la realidad que ha hecho que Euskadi y el Gobierno Vasco no hayan tenido ninguna posibilidad por atraer dicha factoría a tierras vascas.

El Gobierno Vasco ha admitido que la Junta de Castilla-La Mancha ha hecho una mejor oferta para atraer la inversión de 50 millones de euros para ubicar una planta de producción de electrolizadores.

La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, reconoció ayer que la propuesta de Euskadi ha sido insuficiente para la empresa norteamericana, más interesada por las subvenciones a fondo perdido que por otra cosa. Tapia también admitió que Cummins no quería al Ejecutivo vasco como socio.

La consejera indicó que el Gobierno Vasco y la Diputación de Bizkaia hicieron una oferta muy completa para tratar de atraer un proyecto que calificó como «innovador». De hecho, Lakua ofreció los incentivos fiscales recogidos en la normativa foral, así como ayudas a la formación, y les recordó a los norteamericanos el importante «ecosistema de proveedores» que tiene Euskadi, proveedores que sí trabajarán con Cummins pero en Guadalajara.