- La creciente desigualdad y la acuciante necesidad de los países de elevar la recaudación para abordar el desequilibrio de las cuentas públicas tras la pandemia puede hacer de la fiscalidad sobre las herencias y donaciones un “importante instrumento”, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

“La crisis ha exacerbado las desigualdades existentes y ha golpeado más a muchos hogares vulnerables, y los enfoques tradicionales de recaudación, como aumentar los impuestos sobre los ingresos laborales y el consumo como en la crisis de 2008, pueden ser menos deseables desde una perspectiva de equidad y perspectiva de crecimiento”, advirtió la OCDE en su análisis sobre el impuesto de sucesiones.

De este modo, consideró que es probable que la crisis suscite una reflexión sobre la necesidad de recurrir a fuentes de ingresos nuevas o infrautilizadas, que también pueden ser compatibles con los objetivos de reducción de la desigualdad, señalando que el impuesto de sucesiones podría desempeñar un papel especialmente importante en el contexto actual.

El think tank de los países ricos señala que, si bien la mayoría de los países de la OCDE, un total de 24, gravan las herencias o donaciones, estos impuestos suelen generar muy pocos ingresos y actualmente representan únicamente el 0,5% de media del total de la recaudación fiscal.

La OCDE advierte de que, igual que el nivel de desigualdad se ha mantenido en niveles elevados o se ha incrementado durante las últimas décadas, las herencias también se distribuyen de manera desigual entre los hogares, beneficiando particularmente a los más ricos y, a medida que envejece la generación del baby boom, aumentando la concentración de riqueza entre las cohortes de mayor edad.

En su informe, la organización concluye que los impuestos de sucesiones bien diseñados pueden contribuir a aumentar los ingresos y mejorar la equidad, con menores costes administrativos y de eficiencia que otras alternativas.

“Si bien la mayoría de los países de la OCDE recaudan impuestos sobre sucesiones, estos desempeñan un papel más limitado del que podrían en la obtención de ingresos y a la hora de abordar las desigualdades, debido a la forma en que han sido diseñados”, dijo Pascal Saint-Amans, director del Centro de la OCDE de Política y Administración Tributaria.

Además, señala la OCDE, si bien estos impuestos pueden afectar negativamente a las sucesiones en empresas familiares, al mismo tiempo pueden reducir los riesgos de asignación incorrecta de capital a herederos menos cualificados.

Por otro lado, apunta que este tipo de impuestos también tienen una serie de ventajas administrativas en comparación con otras formas de impuestos sobre el patrimonio, en particular respecto de los que se recaudan anualmente.