Europa desautoriza el veto alemán a Orona y subraya su elevada innovación

El conflicto se remonta más de cinco años atrás, cuando la cooperativa con sede en Hernani ya había comenzado a expandirse por Europa y había instalado su ascensor M33v3 en numerosos países, entre ellos Holanda, Bélgica o Francia. Sin embargo, cuando presentó este modelo en Alemania las empresas del sector originarias del país expresaron sus recelos.

La presión provocó que la agencia supervisora de certificación alemana, la equivalente al AENOR español, vetara la comercialización de este producto en suelo germano. El motivo que arguyó para adoptar esta decisión fue que este modelo se encontraba "fuera de las normas armonizadas por Europa", según señaló ayer Orona, que tuvo que readaptar su elevador provisto de una tecnología puntera para evitar el error humano.

Cinco años y medio después, la Comisión Europea no solo desmiente que el M33v3 no se adecue a la normativa europea, sino que alaba la alta capacidad tecnológica que incorpora. De hecho, se basa en "el principio fundamental de protección de la innovación" para permitir que se vuelva comercializar en Alemania un elevador que, por otra parte, ya está presente en muchos países de la Unión Europea, que no pusieron ningún obstáculo ni lo consideraron contrario a la normativa.

Bruselas ha tomado esta decisión después de haber recibido diversos informes redactados por técnicos independientes que concluye que sus características "van más allá de las exigencias requeridas al resultar más moderna, eficiente y segura" gracias a la I+D+i que la cooperativa ha incorporado.

Orona calificó ayer esta decisión como "un hito" de esta compañía "que ya es un referente en elevación vertical en doce países europeos". De hecho, recientemente ha recibido otro apoyo a su estrategia de internacionalización en la Unión Europea con la adjudicación de un contrato para el metro de Bruselas.

El encargo de la sede de la Unión Europea en Bélgica contempla la instalación de 40 nuevos ascensores en diferentes estaciones que atraviesa el metro de la capital belga.

Este encargo refuerza la posición de Orona en Bruselas, puesto que su relación comercial data desde 2010. En la actualidad, tal y como informó ayer, la cooperativa guipuzcoana es responsable del mantenimiento de 150 elevadores.

Orona expresó ayer su satisfacción tanto por este contrato conseguido como por la decisión de la Comisión Europea de autorizar la comercialización de su M33v3 en Alemania porque, según afirmó, representan dos ejemplos de que su apuesta por el mercado comunitario es la acertada y que su esfuerzo por la investigación y el desarrollo se encuentra en el camino correcto.

Así, señaló que el proyecto Orona UE, integrado en la visión estratégica elaborada por la firma vasca con proyección hasta 2030, persigue consolidar su presencia en Europa a través de un servicio de calidad y altas prestaciones tecnológicas que le diferencian de sus competidores directos.

Orona se ha propuesto intensificar sus relaciones comerciales en el espacio comunitario a través de un "modelo integral de negocio" por el que cubrirá todos los eslabones de la cadena de valor de la elevación vertical. Dibujó un proceso que comienza con el diseño del elevador, al que sigue la fabricación, la instalación y la conservación del modelo vendido.

La cooperativa guipuzcoana también se encarga de modernizar su producto tras el paso de los años y de sustituirlo en caso de que sea necesario, o rehabilitarlo "desplegando en toda su dimensión los valores de su experiencia cooperativa en el ámbito europeo".

Del mismo modo, consideró que Orona UE es un proyecto que reforzará su competitividad en todos los mercados en los que opera y contribuirá a incrementar su capacidad productiva y sus actividades de I+D+i "a sabiendas de que la innovación y la seguridad son y seguirán siendo un pilar fundamental" para la firma de Hernani.