- La reunión abierta convocada por el Ayuntamiento de Azpeitia con el objetivo de "ofrecer a la ciudadanía toda la información disponible" en torno al interés mostrado por el grupo empresarial Cristian Lay de retomar "a corto plazo" la actividad siderúrgica en las instalaciones de la empresa Corrugados Azpeitia, respondió a las expectativas de la mayoría de las 234 personas que prácticamente completaron el aforo actual del teatro Soreasu.

La alcaldesa de la localidad, Nagore Alkorta, y el concejal de Urbanismo, Josu Labaka, aprovecharon su intervención para explicar lo que han dado de sí los pocos encuentros mantenidos hasta la fecha con los responsables de Cristian Lay, la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco; al mismo tiempo que dieron cuenta de los escollos legales (la necesidad de obtener una nueva autorización ambiental y de modificar el Plan General de Ordenación Urbana) que la empresa promotora debería superar para poder reabrir las instalaciones de Corrugados.

Pero no solo eso. Los representantes del gobierno municipal (EH Bildu) también explicaron las particularidades de la propuesta que el Ayuntamiento ha puesto encima de la mesa "para poder reabrir Corrugados cumpliendo con todas las exigencias jurídicas, urbanísticas y medioambientales que establece la legalidad vigente". A su entender, "la única opción viable y real para retomar la actividad de la empresa pasa por trasladar los hornos ubicados en el casco urbano al ámbito de Trukutxo, donde la propia empresa ya empezó a reubicar sus instalaciones después de que en el año 2009 el Plan Territorial Parcial de Urola Kosta se modificara, precisamente, para posibilitar que Corrugados tuviera una nueva ubicación en la que dar continuidad a su actividad cumpliendo con todas las exigencias legales".

En cualquier caso, Nagore Alkorta aseguró que, respecto a la posible reapertura de Corrugados, "el Ayuntamiento hará lo que nos digan los azpeitiarras"; al mismo tiempo que Josu Labaka reconoció "la total disposición" del equipo de gobierno municipal para "dar la palabra a la ciudadanía". Según el edil de Urbanismo, "creemos en las consultas populares y esa es una opción que barajamos, pero para poder plantear una antes tenemos que tener encima de la mesa un proyecto real y concreto que hasta ahora no hay".

Eso sí, la alcaldesa explicó que ayer mismo "al mediodía" la empresa Cristian Lay registró una solicitud en el Consistorio "aunque todavía no hemos tenido tiempo ni de leer ni de analizar ese escrito".

Una reunión "informal"

Finalizadas las explicaciones, Nagore Alkorta reconoció durante su turno de réplica a la intervención de un ciudadano que "el martes por la mañana" mantuvo una reunión "informal" con el hijo de Ricardo Leal, el dueño de Cristian Lay.

En ese encuentro, prosiguó la alcaldesa, el representante del grupo empresarial "me trasladó su voluntad para estudiar nuestra propuesta de llevar los hornos a Trukutxo, aún siendo consciente de que esa opción supondría un mayor esfuerzo económico y una demora en la puesta en marcha de la actividad".

Tras la citada reunión Alkorta trasladó "el mismo martes por la tarde" lo comentado en el encuentro matinal a los integrantes de EH Bildu y del PNV representados en la comisión de Urbanismo "y poco después recibí una llamada de Miguel Angel Leal diciendo que igual no nos habíamos entendido bien por la mañana", descartando la posibilidad de analizar la viabilidad de la opción de Trukutxo.

Ante esos acontecimientos, la alcaldesa de Azpeitia manifestó públicamente su "deseo" de volver a reunirse con los responsables del Gobierno Vasco, de la Diputación Foral de Gipuzkoa y de Cristian Lay para debatir y analizar la propuesta realizada por el Ayuntamiento.

"No entendemos por qué la Diputación y el Gobierno Vasco no defienden la opción de trasladar los hornos a Trukutxo cuando no existe ningún informe que diga que es inviable y a día de hoy es la única opción real para reabrir Corrugados. Creemos que si ambas instituciones se muestran dispuestas a analizar nuestra propuesta Cristian Lay la trabajaría", sentenció Labaka.