- Euskadi contabilizó de enero a noviembre del pasado año 28.844 accidentes laborales con baja, lo que supone 7.089 menos que en los once primeros meses de 2019, descenso al que ha contribuido la caída de actividad motivada por la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus.

El parón de la economía en marzo y abril del pasado año y una posterior recuperación que dejó a muchos trabajadores vascos en situación de ERTE han influido en esta disminución de la siniestralidad laboral que porcentualmente se traduce en un 19,7%. Sin embargo, esta buena evolución general cambia de signo si la atención se detiene en los accidentes laborales mortales.

Así, según los datos de Osalan recogidos por Europa Press, la reducción de la siniestralidad solo se ha traducido en cuatro víctimas mortales menos, dado que hasta octubre de 2019 se registraron 28 muertes por este motivo, mientras que en los once primeros meses del pasado año este número se fijó en 24.

Estas cifras incluyen tanto los siniestros en jornada de trabajo, como los registrados in itinere, además de las recaídas. Así, Osalan cifra los accidentes en jornada en el periodo comprendido entre enero y noviembre del pasado año en 24.697, con una reducción del 18,8%.

Respecto a los acaecidos durante la jornada laboral pero fuera del puesto de trabajo, los accidentes ascendieron a 2.936 con una caída del 22% con respecto al mismo periodo del año anterior.

El sector con más siniestralidad en jornada de trabajo fue Servicios con 12.605 accidentes, seguido de Industria (8.430 siniestros), Construcción (3.140 accidentados) y Agricultura, Ganadería y Pesca (522 bajas).

En lo relativo a la gravedad de estos siniestros, Osalan apunta que del total de accidentes en jornada de trabajo, 24.523 fueron leves (-18,9%), 154 graves (+3,4%) y 20 mortales (cuatro menos que en 2019).

Por su parte, los siniestros in itinere de carácter leve fueron 2.906 (-22%), hubo 26 graves (38 en 2019) y cuatro víctimas mortales, las mismas que un año antes.

Por otra parte, Euskadi contabilizó en los once primeros meses del pasado año 1.128 enfermedades profesionales nuevas que causaron baja laboral, lo que representa un descenso del 19,6 por ciento con respecto a las contabilizadas en el mismo periodo de 2019.

Los casos de enfermedades profesionales que no provocaron baja se elevaron a 1.081, un 29,1 por ciento menos que las 1.525 enfermedades sin ausencia laboral contabilizadas en el periodo enero-noviembre de 2019.