- El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, desvió ayer la atención del debate sobre una subida del SMI al asegurar que “no toca hablar” del salario mínimo interprofesional (SMI), sino de “salvar a las empresas y a la economía”, y recordó que el IPC está cayendo un 0,8%. De este modo, la patronal presiona al Gobierno de España para dejar el SMI en los 950 euros actuales.

“No estoy diciendo que haya que subirlo o no, pero lo que digo es que ahora no toca hablar de esto”, remarcó el líder de los empresarios en un encuentro organizado por la consultoría de comunicación LLYC.

Según dijo, ahora se debe hablar de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y de cómo se mantienen, de cómo se ayuda al comercio o a la hostelería y no de hablar de otros asuntos, como de la jornada laboral de cuatro días.

“El SMI no es un tema tanto del diálogo social como una obligación del Gobierno, y cuando digo del Gobierno, no digo del Ministerio de Trabajo, sino que pasa por la Comisión Delegada y de ahí va al Consejo de Ministros, que es el que toma la decisión”, apostilló Garamendi.

El presidente de la CEOE subrayó que el SMI afecta especialmente a los más vulnerables, los dueños de bares, tiendas de proximidad pequeñas, a la agricultura, entre otros.

También recordó que el año pasado, cuando se firmó la subida hasta los 950 euros al mes, se pidió como condición que se tuviera en cuenta que el SMI ha crecido un 30% en los últimos años, mientras que los contratos públicos “no han cambiado”.