- La evolución al alza del negocio de los autobuses y la paulatina recuperación de la actividad tras el parón provocado por la pandemia de coronavirus han permitido al grupo CAF mitigar la caída de su facturación para registrar a finales de septiembre unas pérdidas de 20 millones de euros en comparación con el conjunto de 2019. Este descenso de ventas del 2% dista mucho de los retrocesos anteriores, que se situaron en un 18% entre enero y marzo y un 12% entre enero y junio.

Al igual que ha sucedido en otros muchos sectores industriales, las consecuencias del COVID-19 han perjudicado las cuentas de CAF, que ha tenido que afrontar una importante reducción de la actividad a nivel mundial, principal mercado de la firma de Beasain al constituir cerca del 90% de su facturación.

Las cuentas presentadas ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores CNMV reflejan este golpe pero, aún siendo peores que las registrados un año antes, las cifras comienzan a recuperarse y los descensos no son tan pronunciados como los correspondientes a la primera mitad del año.

A ello ha contribuido en gran medida la filial polaca Solaris, dedicada a la fabricación de autobuses que consiguió entre julio y septiembre facturar 222 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 39% con respecto al año anterior. El negocio ferroviario también tuvo un comportamiento positivo aunque con un incremento inferior, de nueve puntos porcentuales. De hecho, sin la aportación de Solaris la caída de facturación del grupo habría sido del 5%.

La apuesta por la movilidad sostenible que han realizado los países europeos han tenido una repercusión favorable en la actividad del grupo CAF, que en los últimos meses se ha adjudicado diversos contratos de autobuses cero emisiones que fabricará Solaris, al tiempo que la actividad ferroviaria comienza a despuntar.

No obstante, el futuro viene determinado por la carga de trabajo a largo plazo y, en este sentido, la cartera de pedidos de CAF ha experimentado una caída del 10% y se sitúa en 8.464 millones de euros. La pandemia de coronavirus ha parado de este modo una evolución al alza que se mantenía durante años, y que obtuvo su punto culminante en 2019, cuando se alcanzó el récord histórico de pedidos.

En esta ocasión, y por las características de los proyectos, el negocio ferroviario lleva el peso principal de los encargos al corresponderle 7.708 millones de euros del conjunto de la cartera frente a los 756 millones de Solaris.

Estas cifras no contemplan los 250 millones de euros de presupuesto que presenta la última adjudicación de la española Renfe, que contempla la entrega de 37 unidades de tren de ancho métrico, según consta en el informe hecho público ayer por la firma con sede en Beasain.

Respecto a la contratación que se ha producido en este periodo y que alimenta su cartera de pedidos, CAF califica de “relevante” la registrada por Solaris mientras que apunta a un “mantenimiento” del negocio ferroviario y constata “ralentización” en los procesos de adjudicación.

Los números avalan esta afirmación. De los 835 millones de euros que representa la contratación total de CAF, 353 corresponden al negocio ferroviario mientras que 482 son de su filial Solaris.

Los contratos en vigor se ubican en su totalidad en países europeos, tanto de la Unión Europea como ajenos al espacio comunitario. Respecto a la venta de autobuses, Solaris se ha comprometido a suministrar unidades a Barcelona, a las alemanas Wuppertal, Colonia y Offenbach; y a Connexxion en Países Bajos.

Solaris también suministra autobuses a Malbork en Polonia y a Ploiesti en Rumania. Estos dos últimos países tienen una estrecha relación con la filial de CAF ubicada en Polonia dado que, antes de la adquisición por parte de la firma de Beasain, esta empresa disponía de buena reputación en esta área geográfica, potenciada posteriormente por su oferta de vehículos propulsados por combustibles alternativos.

Respecto a la construcción de trenes, CAF tiene en vigor contratos en la capital de Finlandia, Helsinki, donde suministra unidades de metro, al igual que el contrato firmado en la localidad italiana de Nápoles, mientras que para VY de Noruega realiza el mantenimiento de unidades regionales.

Los contratos de entrega de tranvías corresponden a Estocolmo, en Suecia y a Amsterdam, en Holanda. En lo que respecta a la señalización, CAF ha firmado dos contratos con Adif en España para realizar estas labores en las líneas que unen León con Guardo y en el trayecto ferroviario entre Arahal y Fuente de Piedra, ambos no nuevos. Por último, CAF se encarga del mantenimiento de las unidades diésel en Irlanda del Norte.

El balance consolidado de CAF arroja un descenso del 19% de su Ebitda o resultado bruto antes de descontar conceptos como intereses o amortizaciones, mientras que su resultado financiero neto desciende en 64 millones debido en buena medida al impacto negativo por las diferencias del tipo de cambio.