- Dos agentes económicos del ámbito estatal, el Centro de Predicción Económica Ceprede y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal AIReF, dieron a conocer ayer sus cifras y estimaciones sobre la evolución de la economía vasca que, sin dejar de ser pesimistas, mejoran los datos que maneja el Gobierno Vasco y sitúan a Euskadi como un territorio en el que los efectos de la crisis generada por el coronavirus no se manifestarán de forma tan intensa como en otras comunidades del Estado.

Ceprede avanzó ayer que, según sus previsiones, la economía vasca caerá un 9,6% en el conjunto de 2020 como consecuencia de la incidencia del COVID-19 en la actividad del territorio. Este porcentaje es cinco décimas inferior al descenso que espera el Gobierno Vasco y que anunció a finales de septiembre, cuando el Ejecutivo que dirige Iñigo Urkullu realizó una revisión de sus anteriores predicciones para adecuarlas a la evolución de la pandemia y sus efectos económicos.

En aquella ocasión, Lakua consideró que el PIB vasco retrocedería un 10,1% durante el presente ejercicio y lo condicionó a los diferentes escenarios que pudieran surgir según se desarrollara la crisis sanitaria. Dentro de sus cálculos, la caída de 2020 no sería del todo mitigada por la evolución económica del siguiente año, puesto que en 2021 el PIB ascenderá un 8,9% de cumplirse las estimaciones. Con respecto al paro, el Gobierno Vasco cree que este año se cerrará con una tasa de desempleo del 11,2% mientras que el próximo ejercicio mejorará levemente y llegará al 10,7%.

Ayer el Centro de Predicción Económica consideró que el descenso de la economía vasca no llegará a los diez puntos porcentuales aunque, al igual que puntualizó el Ejecutivo vasco, todo dependerá de qué medidas se adopten para frenar el avance del coronavirus entre la sociedad y su grado de restricción y de afección a la actividad económica. En cualquier caso, apuntó que en septiembre el PIB de Euskadi retrocedió un 4,9%, por lo que la predicción ya contempla un gradual deterioro de la evolución económica vasca.

En cualquier caso, Euskadi se sitúa entre las comunidades autónomas donde la actividad económica resistirá con mayor fuerza el embate de la crisis económica. Según los cálculos de Ceprede, la superan Castilla y León con una caída del 8,8%, Navarra donde disminuirá un 9% y Aragón, con un retroceso del 9,2%.

Las comunidades que sufrirán con mayor virulencia los efectos motivados por el COVID-19 serán Baleares, con un descenso del PIB del 16,1% y Valencia registrará una caída del 14%, que será del 13,9% en La Rioja. El Centro de Predicción Económica advierte de que ninguna zona se librará de la incidencia económica del coronavirus.

La mejor base de la CAV para afrontar la crisis generada por la pandemia de coronavirus, debido en buena parte a las características específicas de su tejido económico con una mayor presencia del sector industrial inmerso en un proceso de digitalización para adaptarse a la nueva economía, también se refleja en las previsiones dadas a conocer ayer por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal AIRef, en esta ocasión con datos referidos al tercer trimestre del presente ejercicio en lugar de predicciones.

Este organismo cifró en un 5,6% la caída de la economía vasca entre julio y agosto de 2020 en comparación con la evolución registrada en el mismo periodo del año anterior. Este porcentaje también mejora los datos que ofreció el Instituto Vasco de Estadística Eustat, que constató un retroceso del 7,7% del PIB de la CAV en el tercer trimestre del año 2020.

Una comparativa con la evolución de la economía del conjunto del Estado durante este periodo permite comprobar que Euskadi tuvo un mejor comportamiento, ya que la media estatal de este descenso se situó en el 8,7%, tres puntos más que en el caso vasco, lastrado en buena medida por el importante peso del turismo y los servicios en su economía.

La AIReF también se muestra más optimista que el Eustat en su comparativa del tercer trimestre de 2020 con el anterior, dado que considera que el PIB de la CAV ha emprendido una senda de crecimiento al aumentar un reseñable 17,5% gracias a la recuperación de la actividad económica tras unos meses, entre marzo y junio, en el que las fábricas trabajaron a niveles más reducidos mientras que servicios como el comercio y la hostelería permanecieron cerrados o con fuertes restricciones. El Eustat, en cambio, cifra esta recuperación durante el tercer trimestre en un 15,2%

Euskadi, según la AIReF, se encuentra en una mejor posición que el conjunto estatal, donde el PIB también aumentó, pero en menor medida, un 16,7%.

9,6%

es la caída de la economía con la que Ceprede estima que Euskadi cerrará el presente ejercicio. Este porcentaje mejora el 10,1% que prevé el Gobierno Vasco.

5,6

puntos porcentuales descendió el PIB vasco en el tercer trimestre del año en comparación con el mismo periodo del 2021, según AIReF.