Los vecinos de Gros afectados por la entrada de Azora -que el pasado mes de enero se hizo con la propiedad de 320 pisos en el barrio donostiarra- están decididos a hacer frente al fondo buitre ante la evidencia de que encarecerá los precios de los pisos cuando finalicen sus actuales contratos. Así lo escenificaron ayer en una rueda de prensa en Donostia, en la que esta asociación de vecinos, nacida en junio, planteó sus "reivindicaciones" a Azora.

Iñaki Setién, presidente de esta asociación de vecinos, denunció que Azora está aplicando por defecto en los alquileres la tácita reconducción, que consiste -una vez finalizado el contrato de alquiler vigente- en prorrogar mes a mes los contratos, lo que les faculta a enviar un burofax a los inquilinos obligándoles a entregar las llaves en el plazo de un mes o a aplicar un nuevo contrato con "subidas abusivas en el precio del alquiler", habitual modus operandi de los fondos buitre, poniendo unos precios difíciles de asumir