- La venta de bicicletas se ha disparado durante una nueva normalidad que, a pesar de la caída industrial provocada por el confinamiento, parece haber cambiado algunos hábitos de consumo beneficiando a sectores muy concretos, como el de los pedales o, también, la venta de muebles y la de electrodomésticos.

Aunque según explican distintas fuentes, el contexto actual es muy volátil, no cabe duda de que algunos sectores están mejorando rápido. Y, entre los ganadores, la bicicleta, como en una etapa de la Vuelta, protagoniza una escapada en solitario sobre cualquier otro producto, como reconoce Carlos Núñez, secretario general de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE).

“Cuando pasamos a la fase 0 y se abrieron las tiendas de bicicletas, en mayo, se empezaron a formar colas. En aquella primera semana del mes ya vimos un incremento del 400%, tanto en las ventas como en las reparaciones de bicicletas. Y a partir de ahí, el incremento ha sido sostenido. Ya en julio se empezaron a agotar los stocks de las más baratas. Y hasta después de agosto ha sido muy difícil comprar una bicicleta”, explica. Núñez asocia el “boom” a dos factores, la búsqueda de alternativas al aire libre para hacer ejercicio y de medios de transporte distintos a los públicos.

Según recientes datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, entre las pocas actividades industriales de España que han incrementado su facturación respecto a julio de 2019 figura la fabricación de bicicletas (un 32,1% de mejora de su rama industrial). En ese mismo informe del INE se señala también que, a pesar de que la cifra de negocios de la industria cayó un 10,6% en julio respecto al mismo mes de 2019, la fabricación de electrodomésticos aumentó respecto a ese mismo mes un 7,8%.

También la industria del mueble ha mejorado las ventas en España, aunque ha sufrido la caída de las importaciones. Ikea, que vende muebles y electrodomésticos, superó los 800.000 visitantes en la primera semana de apertura de sus centros tras el confinamiento, según sus datos. Poco más tarde, un estudio de Sigma Dos aportaba una explicación: un 43,7% de los consumidores encuestados reconocía darle más importancia a su hogar tras el confinamiento.

Petra Axdorff, directora general de Ikea en España, lo explica así: “Nuestra valoración sobre la reapertura de tiendas ha sido muy positiva”, añade antes de concretar que “la tendencia de visitantes ha crecido un 15% con respecto a antes del confinamiento”, un fenómeno que asocia a que “el confinamiento ha puesto de relevancia la importancia del hogar”.

El deseo de “hacer más funcional el hogar” o cuidar los detalles parecen haber ganado espacio en la mente del consumidor. Un claro ejemplo han sido los artículos relacionados con el teletrabajo, cuyas ventas llegaron a multiplicarse hasta por cuatro, explica Axdorff.

Esto no significa que todo el sector del mueble viva un gran momento, porque las exportaciones de este producto no existieron durante el estado de alarma, provocando un descenso del 21,5% en el primer semestre de 2020, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes y Exportadores de Muebles de España.

El director general de esta asociación, Alberto Zapatero, reconoce por su parte “incrementos de mercado relevantes”, pero insiste en que la situación actual es tan volátil que no es posible extraer conclusiones sobre el futuro inmediato.