- La hostelería, el comercio y el material de transporte son los tres sectores vascos que presentan mayores dificultades de recuperarse de la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus, según un informe elaborado por el Instituto Vasco de Competitividad Orkestra que ha analizado las características de 33 sectores económicos de la CAV para evaluar sus posibilidades de reactivarse.

Este estudio aspira a servir de herramienta para la activación de medidas tendentes a la recuperación económica de Euskadi y concluye que estos tres sectores requieren una atención especial al hallarse en situación de “riesgo severo”.

Con respecto al comercio y hostelería, aduce que el impacto del coronavirus ha tenido especial virulencia motivado por las iniciales medidas de confinamiento y las posteriores de distanciamiento social, la caída del consumo y la “previsible disminución de la renta disponible como consecuencia del aumento del desempleo”.

Además, estos sectores están conformados por empresas de pequeño tamaño con vulnerabilidad financiera, lo que les sitúa en una posición menos ventajosa para emprender el despegue.

En el caso del material de transporte la situación es diferente. Orkestra señala que el impacto de la pandemia tuvo como incidencia inicial una caída de la actividad del 68,8%, aunque con posterioridad se ha recuperado “moderadamente”.

Sin embargo, tiene un fuerte carácter exportador que le ubica en una posición de dependencia de la evolución económica de otros países, además de encontrarse inmerso en un proceso de transformación para adaptarse a una realidad en la que la descarbonización es un objetivo a nivel mundial.

El hecho de que se encuentre en “riesgo severo” exige adoptar medidas que lo protejan y contribuyan a su recuperación, más aún cuando, según señala el Instituto Vasco de Competitividad, es impulsor de la economía de la CAV al representar un importante peso en la demanda de otros sectores.

Si bien son estos tres los sectores que se encuentran en una situación más delicada para su despegue, Orkestra también ha identificado otros seis que considera que tienen un “riesgo alto” como son la metalurgia y productos metálicos, el caucho, plástico y otros productos no metálicos, la construcción, el transporte y almacenamiento, las actividades recreativas y culturales y la educación.

Cada una de estas actividades tiene características específicas que las sitúan en una situación difícil pero, por lo general, comparten peligros comunes como vulnerabilidades financieras o un bajo grado de digitalización, entre otras. La recomendación de que figuren como prioridades en la elaboración de políticas de recuperación económica, además, viene determinada por su peso en el conjunto del PIB vasco o su carácter tractor.

Junto con estos factores de riesgo Orkestra cita otros que, en mayor o menor medida, están presentes en muchos de los nueve sectores señalados. Un ejemplo es el carácter exportador de la empresa que, si bien en la crisis anterior sirvió de apoyo para la reactivación, en esta ocasión puede representar un lastre en el caso de que los mercados internacionales no impriman velocidad a sus ritmos económicos.

Del mismo modo -y Orkestra realiza una mención especial a la actividad manufacturera-, los procesos de servitización no se implantan a la velocidad y con la solidez idónea, lo que resta competitividad a la industria en un entorno económico que comienza a valorar más los servicios que rodean a un producto que el producto mismo.

En la línea de las políticas institucionales vascas que se engloban en el término Industria 4.0, el informe indica que una recuperación más rápida o más lenta vendrá condicionada por el nivel de digitalización de la empresa, más aún cuando las medidas de distanciamiento se mantienen en el tiempo.

Como conclusión, recomienda “abordar aquellos sectores en mayor situación de riesgo teniendo en cuenta las características de cada uno de ellos y los factores que han hecho que el impacto y la recuperación sean especialmente complicados”.

Observatorio Sectorial de la Actividad Económica. Orkestra plantea la creación de este organismo con el objetivo de monitorizar en todo momento la evolución de los distintos sectores y comprobar así la eficacia de las medidas diseñadas para cada uno de ellos.

Colaboración. El Instituto Vasco de Competitividad recomienda que las empresas y organizaciones empresariales como los clústeres deben mantener una interlocución permanente.

Coordinación. Del mismo modo, los distintos niveles de gobierno deben actuar en coordinación. Los sectores transversales a todos los territorios y con una fuerte capacidad de tracción se tratarían con una perspectiva de Euskadi, mientras que a las administraciones de cada territorio les correspondería gestionar los específicos de su economía.

El estudio pretender servir de herramienta para diseñar medidas específicas que faciliten la reactivación económica de cada sector

Orkestra plantea la creación de un Observatorio Sectorial de la Actividad Económica y la interlocución de todos los agentes implicados