- La secretaria general de la central sindical vasca LAB, Garbiñe Aranburu, aseguró ayer que el sindicato está dispuesto a sentarse a negociar sobre salarios y flexibilidad en empresas en crisis siempre que se mantenga el empleo en Euskadi y las medidas sean reversibles cuando se recupere la situación económica.

Con todo, el sindicato vasco no dudó en criticar a la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, porque, según Garbiñe Aranburu, “siempre defiende los intereses de la patronal”.

La dirigente de LAB afirmó, según Efe, que “estamos dispuestos a analizar los problemas coyunturales que puede tener una empresa porque en momentos difíciles los primeros interesados en mantener la empresa son los trabajadores”.

Por eso, según Garbiñe Aranburu, “podemos hablar de salarios, de medidas de flexibilidad... siempre, con una condición muy clara: mantenimiento del empleo y con un compromiso de revertir los derechos perdidos una vez superada la coyuntura adversa”.

En cualquier caso, la representante sindical advirtió de que “en esta nueva crisis” derivada de la pandemia de coronavirus también se pretende que “los únicos paganos” sean los trabajadores, por lo que, según afirmó, es necesario “organizarse y seguir movilizándose en los centros de trabajo y en la calle, al tiempo que es necesario “seguir tejiendo alianzas e impulsando acuerdos sociales, entre quienes defienden otro modelo económico y social”.

Aranburu advirtió que, no obstante, en crisis anteriores “casi ninguna empresa quiere llegar a acuerdos” de este tipo. Para la dirigente sindical, la patronal vasca Confebask está “haciendo demagogia porque están intentando sacar provecho de la incertidumbre y del miedo que tiene la gente”.

“Confebask no quiere acuerdos”, aseguró Aranburu. Como ejemplos de esta afirmación, mencionó que “desde la mayoría sindical y social le hemos interpelado para un acuerdo en contra de la precariedad, la callada por respuesta”.

Añadió que “este sindicato ha propuesto un plan de empleo, nos hemos reunido, buenas palabras y ni un solo compromiso”.

Junto con estas propuestas, la dirigente de LAB también recordó que el sindicato que dirige “ha propuesto una reforma fiscal pero tampoco quieren hablar de una fiscalidad más progresiva que reparta la riqueza de manera más equitativa”.

Otro dirigente de LAB, Dabid Lizarralde, recordó que las consecuencias de la crisis económica y social “están siendo muy graves”, y aseguró que el número de personas en situaciones de pobreza y exclusión social “está en aumento”.

El representante de la central sindical vasca advirtió de que los datos de la evolución del desempleo muestran esta gravedad, dado que, según los datos de los que dispone LAB, a finales de febrero había 151.000 personas en paro en la CAV y Navarra mientras que a finales de junio, eran 185.000, lo que supone un incremento del 22%.

Frente al discurso de LAB de estar dispuesto a negociar para salvar el empleo, ELA, en el caso de Aernnova, reiteró su postura tradicional y mostró su rechazo “frontal” a la pretensión de la compañía alavesa de recortar la plantilla en un 20%, alegando que se enfrenta a “la era poscovid”.

La central que dirige Mitxel Lakuntza exigió una “posición firme” del Gobierno Vasco ante estas decisiones empresariales de ajustes de personal conocidas en los últimos días. “Necesitamos un Gobierno que no sea un mero defensor de los intereses de una élite económica”, afirmó el sindicato.

Garbiñe Aranburu lamenta que la patronal vasca Confebask “no quiere acuerdos” en materia de empleo o fiscalidad