n una grabación, un niño pide unas pizzas por teléfono móvil. El menor dialoga con una voz artificial que le responde y le contesta a todas sus cuestiones, incluida una sobre el valor nutricional de la comida que está a punto de comprar. En escasos segundos, la Inteligencia Artificial (IA) de la plataforma ha comprendido la pregunta y ha realizado la búsqueda online. El autor de este vídeo es el padre del chaval, Javier Manzano, CEO de Kevo Technologies, la start-up de Oiartzun que ha diseñado Angara, la interfaz inteligente que se escucha en la reproducción y que ha sido elegida mejor proyecto tecnológico en la cuarta edición de Bind 4.0. “Hemos pasado del teclado al touch (tocar) y parece evidente que el siguiente paso será la voz”, advierten desde esta empresa que está dispuesta a revolucionar la automatización de procesos sin salir de Gipuzkoa.

Con tan solo dos años de vida y un equipo formado por seis personas, Kevo Technologies se ha convertido en un valor muy a tener en cuenta en lo que a la investigación en IA se refiere. Gracias al gestor comercial virtual que han diseñado, Sidenor ha automatizado determinadas tareas administrativas con las que ha podido destinar a labores más productivas a personas que desarrollaban procesos de poco valor añadido. Por este trabajo, la joven empresa oiartzuarra ha sido elegida mejor proyecto tecnológico en la cuarta edición de Bind 4.0 por delante de otras 577 compañías de 78 países diferentes. Pero Angara, como han bautizado a esta interfaz virtual, es mucho más que eso.

“Hoy en día, un asistente inteligente te lo puedes comprar en un supermercado. Lo que nos diferencia a nosotros es que utilizamos el diseño y la experiencia del usuario en la IA. Combinamos la rama tecnológica con la sociológica”, explica el responsable de Kevo Technologies, que es, precisamente, sociólogo. “Estamos hablando de una interfaz de voz con la que puedes dialogar; que te comprende y es algo recíproco. No es simplemente dar órdenes”, añade su compañero y socio fundador, Jon Bengoetxea, más centrado en la labor técnica.

Así, las posibilidades de Angara son casi infinitas, desde convertirse en un call center de grandes dimensiones para la recogida de pedidos -es capaz de realizar miles de llamadas telefónicas simultáneamente- hasta ser una herramienta más para el ámbito social. No obstante, el primer paso es trabajar con las pymes vascas y mejorar sus procesos de automatización. “Todavía estamos en la etapa de control, pero creemos que no debe ser solo para grandes marcas, sino una aplicación accesible”, apunta Manzano, quien explica que, por ese motivo, se trata de una plataforma en pago por uso: “Para los clientes es más sencillo porque no tienen que temer que haya unos meses en que su producción caiga”.

No obstante, una IA de tal calibre, ¿no es sustitutivo de trabajadores? “No. Las personas deben realizar trabajos propios de personas, como labores creativas, y los robots de robots”, responde el CEO de la compañía, para quien Angara es “un organizador eficiente”. “A lo largo de la historia, la innovación siempre ha sido vista como una amenaza al comienzo, pero finalmente acaba por formar parte de nuestra realidad”, añade Bengoetxea.

Para el cofundador de Kevo Technologies, la interfaz de voz es el lógico paso de la humanidad. “Hemos pasado del teclado al touch y ahora vamos a la voz. Es una clave del futuro, que podamos acceder y gestionar desde el mismo coche. Pero eso no quiere decir que todo no vaya a convivir. Por ejemplo, se decía que las tablets iban a acabar con los PC y no lo hicieron, según para qué cosas utilizas una cosa o la otra”, señala.

Sistema personalizado

“La IA sabe con qué tema te vas a enojar”

En la película Her, el actor Joaquin Phoenix acaba enamorándose de una IA que conversa con él, que es capaz de entenderle y comprender sus emociones y que a sus ojos, deja de ser una personalidad artificial. Estos dos creadores tecnológicos confiesan no haber visto el filme de Spike Jonze, a pesar de haber creado una aplicación que se asemeja en demasía.

Angara es capaz de generar una conversación bidireccional, utiliza una voz empática con la que dirigir a su interlocutor, con 3.000 palabras de diálogo conoce la personalidad de la persona que está al otro lado -con 1.200 ya tiene una aproximación- y, lo más sorprendente de todo, identifica entre cinco emociones posibles con cuál le está hablando.

“Al final, se trata de hacer la experiencia lo más agradable posible para el usuario. Si la IA sabe que con cierto tema te vas a enojar, pero que otro te gusta, va a dirigirte sobre el segundo y elaborar así un sistema mucho más eficaz y personalizado”, comentan sus fundadores.

El gran reto al que se han enfrentado tiene que ver, precisamente, con algo muy relacionado con ese intento de agradar: la voz. “Es lo más complicado. No se capta igual la conversación si hablas por el teléfono que si lo haces con los cascos, que si están los niños corriendo por detrás o no, si vas en el coche...”, explica Bengoetxea, quien guarda la tecnología empleada para la creación de la aplicación como su mayor secreto.

El nivel de agrado que han buscado es tal, que incluso han evitado utilizar una voz femenina o masculina y han optado por un rango de frecuencia donde la voz se percibe como neutral. A este respecto, también va a coalición el nombre de la aplicación, Angara, que aunque pudiera sonar a mujer, se presta de un río y un cohete, ambos rusos.

Ni en Rusia ni en cualquier otro país tienen puesta su mirada en el futuro. Son conocedores de las dificultades que hay para competir en igualdad de condiciones con empresa de todo el mundo desde su ubicación en Oiartzun, pero gracias al apoyo institucional y a un ecosistema guipuzcoano fuerte, es posible: “Es verdad que nos cuesta más cuando, por ejemplo, necesitamos un ingeniero especializado en algo muy concreto y aquí no hay. Tampoco podemos atraer a un experto de India porque si este nos busca en Google, no vamos a ser nada comparados con las grandes empresas. Pero siempre que nos preguntan por qué Gipuzkoa, saltamos que por qué no”.

La plataforma es capaz de realizar miles de llamadas telefónicas simultáneamente para interactuar con clientes

“Lo que nos diferencia es que combinamos la rama tecnológica

con la sociológica”

“Se trata de hacer la experiencia lo más agradable posible para el usuario”

CEO de Kevo Technologies

“La sociedad ha pasado del teclado al ‘touch’ (tocar) y el siguiente paso será la voz”

“La innovación siempre se ha visto como una amenaza, pero es parte de nuestra realidad”

Confundador de Kevo Technologies