- “Esta crisis derivada de la pandemia de coronavirus va ser todo un reto, entre otros, para las finanzas públicas”, señaló ayer el consejero delegado de Kutxabank, Javier García Lurueña, que indicó que cuando pase esta fase se tendrá que hacer un esfuerzo importante para equilibrar las cuentas públicas “con una política fiscal que tendrá que abordar múltiples frentes”, en un contexto complejo con un creciente envejecimiento de la población.

García Lurueña, presente en la presentación telemática de la VIII edición del libro Quién es Quién en la Economía Vasca, publicación elaborada por el Grupo XXI con el patrocinio de Kutxabank, analizó la situación de la economía a la vista de los efectos que ha generado la pandemia. Para el representante de Kutxabank, ha sido “un fenómeno único en la historia moderna” pues se trata de una crisis “universal y simultánea” que afecta “a la salud y a la economía de todo el planeta”. Además, “todavía no conocemos todas las consecuencias reales porque tenemos un futuro muy incierto a corto plazo”.

García Lurueña indicó que “pocos dudan” de que esta “extraordinaria situación” es la “antesala de otra crisis venidera”. El directivo resaltó que esta crisis del COVID-19 tiene incidencia porque “supone un antes y un después, se habla de una nueva realidad que difiere sustancialmente de la que venimos”. En este sentido alabó la digitalización pero advirtió de los riesgos del teletrabajo, si no se alcanzan consensos y equilibrios, porque abre la puerta “a la deslocalización”.

García Lurueña destacó que, a diferencia de la crisis de 2008, la pandemia se ha “topado con un sistema bancario sano y fortalecido, preparado y dispuesto a apoyar a la sociedad, a las empresas y a las personas”.