- Euskadi se quedó prácticamente sin actividad turística el pasado mes de abril, ya que únicamente registró 1.467 entradas de viajeros frente a las 276.415 del mismo mes del año pasado, lo que supone una caída del 99,5 %.

Este desplome de la actividad turística también tuvo reflejo en las pernoctaciones, 13.027 frente a las 538.485 de abril de 2019, el 97,6 % menos, según los datos publicados ayer por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat).

Estos malos resultados son consecuencia de la suspensión el 19 de marzo de la apertura al público de alojamientos turísticos que estuvo vigente como una de las medidas de contención del coronavirus durante todo abril, mes en el que la actividad del sector se limitó a los establecimientos determinados como servicios esenciales.

El Eustat destaca que el impacto de la COVID-19 en el sector hotelero vasco ha sido “inmenso”, ya que tan solo fueron 56 los establecimientos que mantuvieron algún tipo de actividad en toda la comunidad autónoma, mientras que los otros 563 permanecieron cerrados, cuando el mismo mes del año anterior solo fueron 35 los que, por diversos motivos, no abrieron al público.

Por territorios, el cierre de establecimientos fue generalizado, con 21 abiertos con algún tipo de actividad en Gipuzkoa, 6 en Araba y 29 en Bizkaia, sin tener en cuenta a los hoteles medicalizados para apoyar a Osakide-tza y los que tuvieron que alojar a personas por fuerza mayor sobrevenida por la declaración del estado de alarma.

A este desastre se suman los pésimos números de la segunda quincena de marzo, cuando se decretó el estado de alarma. Sin tanta intensidad en el conjunto del mes, pero la actividad turística de marzo sufrió una caída del 71,7 % respecto de las del mismo mes del año anterior.

Pese al progresivo desconfinamiento, los problemas de movilidad no auguran una rápida recuperación del sector.