- El colectivo de autónomos es uno de los más afectados en Euskadi por la paralización de la actividad económica y el confinamiento en los domicilios con motivo de la pandemia de coronavirus. Y esto es algo que ha notado Lanbide, el encargado de tramitar las primeras ayudas vascas a dichas personas, que ha visto cómo la demanda sobrepasaba ampliamente a los recursos disponibles hasta el punto de colapsar el sistema informático por lo que decidió instar al Gobierno Vasco a estudiar ampliar el montante inicial de las ayudas económicas, según señaló ayer el director del citado Servicio de Empleo, Borja Belandia, que no dudo en entonar un "mea culpa", muy poco habitual en los dirigentes políticos, y hacer propósito de enmienda.

A medianoche del jueves se abría, vía telemática, el plazo para solicitar en el sistema informático de Lanbide, las ayudas previstas por el Ejecutivo para apoyar al colectivo, principalmente a los que por imposición legal han tenido que cesar en su actividad. El problema es que el dinero disponible, tres millones de euros, como ya advirtieron en el sector, podía resultar insuficiente. "Entendemos que hay que priorizar porque los recursos no llegan para todo pero este es un colectivo de 170.000 personas en Euskadi y todos sabíamos que las medidas eran insuficientes e iba a pasar esto al priorizarse el orden de recepción de las ayudas para concederlas", afirmó Silvia Martínez, secretaria general de la asociación de autónomos UPTA Euskadi.

Borja Belandia, director de Lanbide, señaló en Onda Vasca los problemas surgidos y reconoció que "somos conscientes de que hay mucha necesidad y por ello vamos a tener que valorar las solicitudes y ver si a nivel de Gobierno se pueden reordenar prioridades para conseguir más fondos que los inicialmente asignados".

En Lanbide destacaron que desde la medianoche hasta la mañana de ayer se registraron más de 10.000 solicitudes que colapsaron su web hasta las 4.00 horas. Por ello, Belandia adelantó que se corregirá el sistema de acceso a sus convocatorias de ayudas en formato telemático para buscar "un sistema para completar los formularios y requisitos de forma más normalizada".

Belandia, tras pedir disculpas a la ciudadanía, indicó que "aprendemos cuando metemos la pata".

Por su parte, Silvia Martínez, de UPTA Euskadi afirmó que el "sistema de ayudas, por orden de llegada, es injusto e insuficiente. Creo que se sabía que con unas ayudas de un máximo de 3.000 euros y tres millones de presupuesto, que solo alcanzarían a 1.000 autónomos, iba pasar esto" y abogó por buscar alternativas a las ayudas de Lanbide para un colectivo de autónomos "en el que muchos han tenido que cesar su actividad por decreto".

Aun reconociendo la buena voluntad detrás de las medidas, los autónomos insisten en que son claramente insuficientes. De hecho, la asociación de comerciantes y hosteleros Euskaldendak, señaló que el sector se siente "abandonado" por Lanbide.

Euskaldendak, al igual que UPTA, señaló que el colapso en la web de Lanbide era previsible "a la vista de una ayuda que, en el mejor de los casos, responderá a una de cada 30 personas afectadas, ya que solo en comercio y hostelería son más de 35.000 los autónomos afectados". Fuentes de la citada confederación de comerciantes resaltaron que ya habían comunicado a la consejera Beatriz Artolazabal que "existían más de 65.000 personas trabajadoras por cuenta propia que el 7 de abril tenían su actividad suspendida". Por esa razón y al entender que "se estaba generando un problema de índole social, se proponían una serie de modificaciones en la gestión de la RGI para su automatización puntual, dado que no precisa habilitación presupuestaria". Euskaldendak reiteró "su ofrecimiento para colaborar en la definición de estas políticas que podrían tener "una mayor y mejor incidencia en el colectivo de autónomos vascos".