- El Gobierno Vasco detalló ayer el contenido de su plan de choque ante el coronavirus. Junto a los más de 55 millones de euros que se destinarán a ayudas a las familias y los colectivos más desfavorecidos, el mayor montante de 586 millones tiene con destino minimizar el impacto de la pandemia en la economía, centrándose en el apoyo a pymes y autónomos. Se trata de complementar las medidas puestas en marcha por el Gobierno central y ajustar las ayudas a la realidad económica de Euskadi, incidiendo para ello en la parte más débil de la cadena, las compañías más pequeñas y los trabajadores por cuenta propia.

Sería en todo caso una primera línea de defensa, alimentada con los remanentes presupuestarios del año pasado, el incremento de la capacidad de endeudamiento que permitirá la flexibilización de la regla de gasto por parte de Bruselas y la reasignación de partidas presupuestarias hacia necesidades más urgentes. El escudo contra la pandemia requerirá esfuerzos y se trabaja ya en el diseño de nuevo planes de carácter plurianual para reactivar la economía tras el huracán.

El lehendakari Iñigo Urkullu explicó ayer que se lanza un programa de respaldo financiero a autónomos para el pago de las cotizaciones y los alquileres que tengan que asumir las personas que tengan que cerrar temporalmente sus negocios. También habrá apoyo a la pequeña producción alimentaria local para paliar la “situación de emergencia” que están viendo las pequeñas empresas productoras de alimentos.

Asimismo, se contemplan ayudas a empresas en dificultades a través del Programa Bideratu para facilitar la reestructuración y relanzamiento de empresas que, siendo competitivas, “sufren las consecuencias de una situación de crisis excepcional y de ámbito global”. También se contemplan ayudas directas a proyectos de I+D+i para apoyar a empresas que realizan investigación o centros de Formación Profesional que desarrollan prototipos y producen material sanitario de prevención.

Junto a estas medidas, Urkullu recordó la línea de liquidez de 25 millones a coste cero a través del Instituto Vasco de Finanzas para facilitar la “necesaria liquidez” al tejido productivo vasco. Junto a ello, la nueva línea de circulante de 500 millones para las empresas vascas, con avales de la Comunidad Autónoma de Euskadi, a coste cero y a cinco años, con uno de carencia. Esta línea, en la que participan Elkargi y el pool bancario en el que se apoyan habitualmente este tipo de operaciones, se formalizará la semana que viene.

Además, habrá flexibilización, refinanciación y adaptación de las condiciones en anticipos reintegrables, préstamos o avales en los programas Gauzatu, Bideratu o Indartu.

Otras medidas anunciadas son 18,4 millones, con carácter de urgencia, para la puesta a punto de la tecnología y el teletrabajo en pymes; ayudas a compra de material tecnológico; devolución de créditos de programas de industria; aplazamiento de alquileres en los parques tecnológicos o en polígonos industriales; financiación indirecta a pymes industriales y del sector de alimentación; una nueva línea de ayudas para la reestructuración y relanzamiento de empresas en crisis.

Urkullu resaltó que se trata de un programa destinado a “apoyar a quien más lo necesita, mantener la actividad y evitar lo que los expertos denominan coma económico”.

El lehendakari añadió que, pese al parón que está provocando el coronavirus, hay que tratar de seguir manteniendo la actividad que sea compatible con la seguridad de los trabajadores y mantener la logística, suministros, energía o distribución de productos de consumo básicos. “Esta es la forma de proteger el empleo”, indicó.

Urkullu insistió en el mensaje que ha mantenido su gobierno los últimos días: hay que tratar de “evitar cerrar la persiana y paralizar todo el país” porque ello “pondría en riesgo también los servicios esenciales de alimentación, comunicación, seguridad o salud”. “Levantar desde cero la economía de un país es muy difícil”, afirmó. El lehendakari reconoció que las medidas presentadas ayer “no son suficientes” pero son “la respuesta a la urgencia del momento”.

Una declaración que deja claro que serán necesarios nuevos paquetes de ayuda, durante y después del apagón de la economía por el coronavirus. “El país va a tener una gran labor al día siguiente de esta crisis, hay que levantar el país de nuevo”, subrayó.

Para ello, el Gobierno Vasco trabaja ya en un plan plurianual de reactivación económica y de empleo, que se pondrá en marcha “el día después” de la crisis sanitaria. Hasta que llegue ese momento, hay otros deberes que hacer, Entre los objetivos, garantizar desde la administración y la dirección de las empresas las condiciones de seguridad suficientes para mantener la actividad en las compañías donde sea posible.