Un trampolín para acceder al continente africano
Irizar apostó por Marruecos en 1997 y desde entonces su ritmo de crecimiento en esta área ha ido en aumento
donostia - El Grupo Irizar dirigió su vista hacia Marruecos en 1997, cuando encontró oportunidad de negocio en la alianza con el fabricante de autobuses urbanos local Faconvel, en horas bajas, y crear Irizar Maghreb. Con el transcurrir de los años, esta situación dio la vuelta radicalmente hasta alcanzar el liderazgo en los vehículos de lujo.
La buena evolución del negocio impulsó a Irizar a adquirir la compañía en su totalidad en 2002 y hacerla crecer hasta el punto de que la demanda de estos autobuses de lujo superaba las capacidades de la planta en la que estaban instalados. De ahí llegó la decisión de construir una nueva factoría en Skhirat que se inauguró en julio de 2008.
Lo que en principio era una planta de carrozado comenzó a evolucionar y a incorporar tecnología para poder fabricar en sus instalaciones el autobús por completo. La apuesta de Irizar por este enclave le llevó a incrementar los niveles de innovación hasta la actualidad, cuando según afirma en Marruecos es capaz de producir unidades con los mismos estándares de calidad y fiabilidad que presenta su oferta en Europa.
Con una plantilla superior a los dos centenares de personas, su capacidad de producción es de 500 unidades anuales, muy por encima del objetivo inicial de que se fabricara un autobús por día. Irizar Maroc con esta planta de Shkirat fabrica tres modelos del grupo guipuzcoano y exporta unidades a países africanos como Egipto, Senegal, Libia y Nigeria, aunque es en Marruecos donde no se discute su liderazgo. También parten hacia Europa partidas desde esta planta. - M.M.