donostia - La producción final agraria en Gipuzkoa ascendió en 2019 un 9,1% con respecto al año anterior, debido sobre todo por la buena evolución de las hortalizas y las frutas, mientras que los ganaderos vieron estabilizarse su mercado, con un leve retroceso de siete décimas, según dio a conocer ayer Enba.

La organización agraria celebró en Urnieta su tradicional asamblea anual en la que se informó de los resultados del ejercicio recién finalizado, donde también destaca el "espectacular" incremento de la tala de pinares provocado por la rápida extensión de la banda marrón.

Esta inusual actividad ha tenido como resultado un incremento de la producción final forestal del 52,5%, aunque los precios por este material bajaron casi cuatro puntos porcentuales.

El presidente de Enba, Iñaki Goenaga, expuso ante los asistentes a la cita anual los datos del sector correspondientes al pasado ejercicio. Al margen de la actividad forestal, que ha vivido una situación anómala, destaca la buena evolución de la agricultura guipuzcoana con una subida de nueve puntos porcentuales, en contraste con la media de la CAV, que apunta a un descenso del 4,6% en su producción.

Los principales responsables de esta buena evolución de la agricultura guipuzcoana son las hortalizas y las frutas, que han experimentado incrementos del 12,9% y 16,6% respectivamente. Este aumento de la producción, además, viene acompañado de un mantenimiento de los precios, lo que repercute en mayores beneficios para los propietarios de cultivos.

La actividad ganadera se mantuvo estable con respecto al año anterior, al descender su producción solo siete décimas, propiciado sobre todo por el ganado ovino, cuya carne descendió un 10,6% y cuya leche lo hizo un 4,4%. El bovino, en cambio, se comportó de manera positiva, al igual que la producción porcina según figura en el balance de la organización Enba.

Esta evolución contrasta con la registrada en el conjunto de la CAV, donde se han constatado disminuciones productivas en todas las actividades del primer sector. Así, la correspondiente a la agricultura descendió un 5,6% mientras que la ganadera lo hizo en menor medida, un 1,6%. Entre ambas, la producción experimentó en 2019 una caída de cuatro puntos porcentuales.

Respecto a la renta agraria del conjunto de Euskadi, y debido a la disminución de la producción junto con una caída de los precios, el resultado final apunta a un descenso del 7,1%. En el conjunto del Estado, sin embargo, la buena evolución de todas las actividades arrojó un saldo positivo del 2,9% en la renta agraria.

Junto con los números, su presidente, Iñaki Goenaga, quiso trasladar un mensaje de apoyo a los asistentes a la asamblea, que pertenecen a la denominada agricultura familiar opuesta a la industrial, compuesta por grandes explotaciones gestionadas por sistemas en los que priman las decisiones de la industria y la distribución.

Goenaga recordó que el modelo de agricultura familiar se encuentra en territorio guipuzcoano de manera exclusiva y representa "la mejor garantía para el conjunto de la sociedad que se quiere seguir proveyendo de alimentos de calidad y madera", además de contribuir de manera decisiva a disponer de un "entorno natural cuidado y un tejido rural vivo".

agricultura industrial El presidente de Enba lamentó la proliferación, a nivel estatal, de sistemas de agricultura industrial que dejan apartados a los productores. Según criticó, en estos modelos son las marcas de distribución y la industria quienes dictan las normas. Es decir, se elimina la capacidad de elección de los productores, que no cultivan lo que quieren sino lo que les marca el mercado.

Aunque de momento este tipo de funcionamiento no se registra en Euskadi, Goenaga recordó que ya existe un proyecto para implantar en Álava un tipo de explotación de estas características procedente de Almería, lo que pone en peligro una actividad sostenible.

Del mismo modo, tuvo un recuerdo a los ganaderos de los montes públicos quienes, según afirmó, desarrollan una estimable labor medioambiental y de conservación. Añadió que, además de esta función, la actividad forestal juega un importante papel en la estabilidad socioeconómica de los municipios eminentemente rurales.

El presidente de Enba reiteró la apuesta de la organización agraria por "unos montes públicos con infraestructuras para un modo de vida y de trabajo digno para los ganaderos" lo que implica, según ha defendido tradicionalmente, el mantenimiento de las pistas de Aralar que han causado polémica.

A este respecto, trasladó el respaldo de Enba a los responsables municipales, forales y técnicos que hoy afrontan un proceso judicial por mostrarse partidarios del mantenimiento de estas pistas.

La XXVII Asamblea Anual de la organización Enba contó con la presencia del viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política, Bittor Oroz; del diputado de Medio Rural, Imanol Lasa; y del alcalde de Urnieta, Mikel Pagola.