donostia - Adegi reconoció ayer a Kirol Grifols de Arrasate y Fresmak de Zarautz por la consolidación de su negocio en el primer caso y por el éxito en la aplicación de la nueva cultura de empresa que promulga la patronal guipuzcoana en el segundo. Estos galardones forman parte de la apuesta de la patronal guipuzcoana por valorar la aportación que el tejido empresarial realiza al territorio.

Los premios se entregaron ayer en Donostia, en el transcurso de la celebración del Día de la Empresa que sigue a la asamblea anual de la Asociación de Empresas de Gipuzkoa en un acto al que acudieron alrededor de 600 propietarios y propietarias de compañías del territorio. En el evento tuvieron ocasión de escuchar una serie de reflexiones sobre la nueva cultura de empresa, la colaboración entre compañías y la promoción de talento, considerados pilares del crecimiento económico por parte de Adegi.

El director general y fundador de Kiro Grifols, Borja Lizari, fue el encargado de recoger el premio a la Nueva Empresa y durante su intervención apostó por “emprender e invertir en empresas”, aunque admitió que este trabajo es “difícil”. Este galardón reconoce a firmas que con menos de 10 años han sido capaces de crear riqueza y empleo en Gipuzkoa, características que cumple la firma de Arrasate.

La compañía especializada en la automatización de maquinaria para el sector hospitalario Kiro Robotics se creó en 2010 como una nueva cooperativa procedente del Grupo Mondragon y cuatro años más tarde la farmacéutica catalana Grifols adquirió un 50% de su capital social, para ampliarlo al 90% en 2017 a la vista del éxito de su gestión.

nueva cultura El reconocimiento a la implantación de la nueva cultura de empresa que defiende Adegi correspondió a Fresmak, especializada en mordazas a alta presión con una fuerte inversión en innovación y presencia en más de 50 países del mundo que le sitúa en posiciones de liderazgo en amarre.

La compañía de Zarautz, sin embargo, fue reconocida ayer por su gestión interna y por instaurar nuevos modelos de relación entre las personas de la organización que establecen vías comunicativas entre los diferentes departamentos y categorías profesionales con el fin de horizontalizar la gestión.

Su director general, Ramón Cenarruzabeitia, recogió el premio de manos del presidente de Adegi, Eduardo Junkera. Tras agradecer el reconocimiento, Cenarruzabeitia incidió en la capacidad de los trabajadores al afirmar que “invertir en personas es rentable”, y como ejemplo puso a la empresa que dirige, con 52 años de historia.

Junkera también se dirigió a los asistentes en una intervención en la que abogó por que Gipuzkoa impulse la creación de empresas “más atractivas, competitivas, humanas y éticas”. Recordó que el 80% del empleo que se genera en el territorio surge en firmas privadas y añadió que “para que puedan cumplir la función de motor del bienestar de nuestra sociedad es necesario que ganen ambas realidades, las personas y la empresa”.