donostia - Kutxabank ha obtenido al final de 2018 un beneficio neto consolidado de 332,3 millones de euros, un 10% más que en 2017, con una aportación positiva de Cajasur de 19,5 millones de euros. La entidad vasca, que ayer celebró una reunión de su equipo directivo en el Bilbao Exhibition Centre de Barakaldo, destaca que el resultado se produce por la mejora de todas las variables vinculadas al negocio bancario, que aprovecha el impulso digital, y todo ello a pesar de que el contexto es, en líneas generales, malo para el sistema financiero por lo bajos que están los tipos de interés. Los resultados de 2018 antes de impuestos se han elevado hasta los 406 millones (+44%).
En la reunión del equipo directivo, el presidente Gregorio Villalabeitia valoró el performance de Kutxabank en un contexto marcado por los “signos de desaceleración” de la economía, por la “persistencia” de los tipos de interés en negativo, “por las tensiones geopolíticas que han añadido volatilidad a los mercados” y por “una intensa agenda supervisora y regulatoria”.
En este entorno, el presidente de Kutxabank reconoció la “solidez sostenible” del resultado alcanzado, que se ha basado, fundamentalmente, en el crecimiento del negocio core y de sus clientes carterizados “en la evolución positiva de la rentabilidad y la fortaleza que reflejan la mejora de la tasa de morosidad y el nivel de solvencia”.
En relación con la solvencia, Villalabeitia recordó que la Autoridad Bancaria Europea ha reconocido a Kutxabank como la primera entidad del sistema por cuarto año consecutivo y que ha vuelto a liderar las pruebas de estrés del Banco Central Europeo.
negocio asegurador Kutxabank ha basado el resultado final de 2018 en la “mejora de todas las variables” vinculadas al negocio con clientes, que se ha visto favorecido, según apuntó, por un “elevado volumen” en la nueva contratación de productos financieros, por el “dinamismo” del negocio asegurador, por la “positiva evolución” de las captaciones netas hacia productos fuera de balance y por el crecimiento de los clientes vinculados y digitales.
Los ingresos por servicios y seguros han crecido un 3,6% y han alcanzado los 495,7 millones por la “buena evolución” de las captaciones netas en productos fuera de balance, la mejora de las comisiones por servicios y medios de pago y por los resultados ligados a la actividad aseguradora. El negocio asegurador ha aportado al margen bruto 136 millones, un 10% más.
El banco indicó que la cartera de participadas mantiene su “tradicional fortaleza” y contribuye “a la sostenibilidad del negocio”. Los ingresos de la cartera de participadas mejoraron un “notable” 11,2%, hasta alcanzar los 74,8 millones. El fuerte impulso comercial permite que el margen bruto alcance los 1.088,7 millones, un 1,6% más que en 2017. Por otro lado, los gastos de explotación mantienen una tendencia de contención y disminuyen un 4,6%, mientras los gastos de personal bajan un 3,4%, gracias a las “medidas de racionalización” de plantilla acometidas en los dos últimos ejercicios. Los gastos generales han caído un 8,6% y la partida de amortizaciones se incrementa en un 0,4%. En conjunto, el índice de eficiencia se sitúa en el 56,3%.
El incremento de los resultados del negocio bancario, así como el apoyo de otros ingresos derivados de la cartera de participadas, permiten que las cantidades dotadas en 2018 “sigan siendo significativas”, 185,1 millones, que le permiten “afrontar con seguridad el exigente entorno normativo y regulatorio”.