madrid - Un grupo de empresas internacionales, entre las que figura Siemens Gamesa, han propuesto la introducción de un precio suelo europeo o regional del carbono en el sector eléctrico y un precio mínimo para el transporte y edificación. Junto a la compañía vasca también forman parte de este grupo que reclama fijar el coste que tienen las emisiones de carbono a la atmósfera firmas del sector energético como EDF, Engie, Orsted, Verbund, Vestas, EnBW, Enercon, SSE o Nordex.
El consejero delegado de Siemens Gamesa, Markus Tacke, animó a los Estados miembros europeos “a suscribir esta iniciativa”. “Creemos que un precio suelo del carbono supondrá una importante contribución a la descarbonización eficiente de la economía europea y nos ayudará a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. La transición a un mundo más limpio es una misión que apoyamos y aceptamos”, dijo.
Según el grupo, las señales “predecibles y coherentes” de los precios del carbono se consideran la forma más eficiente de estimular la toma de decisiones respetuosas con el medio ambiente por parte de empresas y consumidores.
En un informe elaborado por FTI Consulting y Compass Lexecon, que será presentado el próximo 19 de diciembre en Bruselas, se destaca que con un precio suelo de carbono, las emisiones de CO2 del sector eléctrico podrían reducirse en un 29% adicional de aquí a 2030 en la zona con precio mínimo de carbono, mientras que las emisiones totales del sector en el conjunto de la UE se reducen en un 17%.
Además, subrayan que un precio suelo del carbono reduce los costes de las inversiones, ya que la menor volatilidad de los precios de la energía conduce a una disminución de los costes de financiación. Consideran que un precio suelo del carbono impulsa la transición energética, permitiendo realizar más proyectos de energía renovable con menos apoyo financiero e impulsa una aceleración del cierre progresivo de las centrales de carbón.
En lo que respecta a los precios medios de la electricidad, consideran que con un precio suelo del carbono no aumentarán en el largo plazo, lo que garantiza la competitividad de la industria electrointensiva. - E.P.