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“No tenemos más opción que internacionalizarnos”

La presencia de Ikor en Europa, Asia y América le ha permitido acceder a clientes que de otro modo no habrían contratado sus servicios

“No tenemos más opción que internacionalizarnos”

donostia - La plantilla de Ikor es multinacional. Conformada por 855 personas, 230 trabajan en la sede de Donostia, mientras que 325 lo hacen en su empresa de México y otras 300 en la que han implantado en China. “En nuestro sector no existe otra opción que no sea internacionalizarse”, afirma su director comercial, Javier Rebordinos.

Las estrategias utilizadas para proyectarse en el exterior han sido, en cambio, diferentes. Ikor optó en el caso de México por hacerlo con un socio del país americano, mientras que en China abrieron una empresa propia. La razón de haber elegido metodologías diferentes radica en los momentos del grupo empresarial.

“Cuando abordamos México era 1998, teníamos 40 empleados y facturábamos 10 millones de euros”, recuerda Rebordinos, quien considera que con ese tamaño era más adecuado ir de la mano de un socio mexicano. La necesidad se creó porque un importante cliente acudía a este mercado, y la empresa donostiarra de diseño, desarrollo y montaje de electrónica apostó por acompañarle para no perderlo.

La positiva evolución de esta aventura hizo que Ikor prescindiera posteriormente de esta joint venture implantada en una nave de alquiler y adquiriera, ya con capital propio, unas instalaciones para su empresa autónoma en Guadalajara, en el estado de Jalisco, “muy bien ubicada en espacio Nafta para hacer negocios con Estados Unidos y Canadá”, señala el director comercial.

La segunda internacionalización llegó en 2004 y el destino fue China. “Fue una decisión estratégica, no era seguir a un cliente sino que vimos que, además de los costes más bajos, el mercado de este país tenía mucho potencial”. En esta ocasión, no hubo pasos previos, sino que directamente “empezamos las obras de construcción de la empresa en 2005 y el 1 de mayo de 2006 salió nuestro primer circuito electrónico”. La decisión se basó en que ya para entonces la matriz tenía una plantilla de 270 personas, “facturábamos unos 30 millones de euros y teníamos la experiencia previa de México”.

El tiempo ha dado la razón a Ikor, puesto que este año “será el primero en el que la facturación de una planta exterior del grupo facture más que la matriz”, indica Rebordinos, quien sitúa en algo más de 30 millones de euros las ventas chinas.

“Ahora mismo estamos captando clientes muy importantes a nivel internacional que si no tuviéramos presencia fabril en Europa, Asia y América no harían negocios con nosotros” porque esta proyección exterior es una de sus condiciones necesarias, asegura el director comercial de Ikor. Junto con esta ventaja, cita otras como el acceso a tecnologías de otros países o la apertura de mentalidad que otorga trabajar con personas de otras nacionalidades.

“La internacionalización y ser glocal no acaba aquí, hay camino para recorrer y seguir creciendo y si dar mejor servicio supone una nueva implantación, la haremos”, afirma. - M.M.