donostia - Elkarkidetza ha abonado 30,4 millones de euros, principalmente en pensiones vitalicias, a 5.948 pensionistas en el año 2017 y su patrimonio asciende a 1.104 millones.

Elkarkidetza EPSV celebró ayer en Gasteiz su asamblea general ordinaria, en la que se presentó el cierre del ejercicio 2017 donde figuran estos datos. Todos los acuerdos de la asamblea, incluidos los de las cuentas y el informe de gestión del ejercicio, se aprobaron por mayoría absoluta.

Los responsables de Elkarkidetza consideraron el pasado ejercicio, “con carácter general, un año tranquilo en lo relativo a la gestión de la entidad”. En el ámbito de las inversiones, indicaron que 2017 ha resultado “un año en general muy plácido en los mercados financieros con avances en casi todas las clases de activos”.

Atribuyeron la positiva evolución experimentada en este terreno a factores como “el crecimiento económico mundial estable y sincronizado con bajas tasas de inflación, buenos resultados de las empresas y políticas monetarias laxas”.

El resultado “más visible” es que Elkarkidetza ha obtenido una rentabilidad del 5,13% y “ha batido claramente” a la obtenida de media por los planes de empleo que ha sido del 2,77%, según destacaron sus responsables.

Respecto al colectivo de personas asociadas, se han incrementado tanto los cotizantes como los pensionistas, mientras que las aportaciones siguen creciendo y, tras la crisis, vuelven a alcanzar los niveles más altos.

pensiones más altas Tal y como figura en la memoria correspondiente a 2017, los rescates de los socios activos también se estancan en el valor más bajo; y tanto el importe de las pensiones -la pensión anual media por jubilación es de 3.749 euros-, como el número de pensionistas siguen aumentando por la propia tendencia del colectivo y por el transcurso de 31 años desde la creación de Elkarkidetza.

Junto con las cifras, la EPSV hizo referencia a aspectos más cualitativos y, en este sentido, destacó que se ha culminado la implantación del sistema de Buen Gobierno para la entidad, donde la Junta de Gobierno tiene atribuida la competencia de diseñar, evaluar y revisar con carácter permanente el sistema de gobierno corporativo.

Entre otros objetivos se persigue maximizar, de forma sostenida, la solvencia de la entidad, teniendo en consideración los intereses de las personas asociadas, activos y pensionistas, y velar por el buen proceder, la profesionalidad y la independencia de criterio de los miembros de la Junta de Gobierno y del equipo de gestión, así como por el cumplimiento de la normativa interna y externa. - E.P.