Red Eléctrica implica a sus proveedores vascos en el cable del Golfo de Bizkaia
La compañía organizará reuniones en Euskadi entre los adjudicatarios internacionales de las obras y sus suministradores
madrid - Los responsables de Red Eléctrica de España (REE) se han reunido ya con sus proveedores vascos para explicarles el proyecto de interconexión eléctrica con Francia por el Golfo de Bizkaia y buscar fórmulas para que participen en la construcción de esta infraestructura. El coste aproximado es de 1.750 millones de euros, de los que algo más de un tercio corresponden al Estado. Se trata de una actuación de gran complejidad y los fabricantes vascos de componentes para el sector energético no pueden optar a la licitación.
Sin embargo, cuando se adjudique el contrato REE organizará encuentros entre los ganadores del concurso y las compañías vascas para abrirles las puertas como suministradores. La cercanía es en estos casos un plus y se confía en que el cable también lleve el sello made in Euskadi. Según los cálculos del operador del sistema eléctrico en el Estado, los fabricantes vascos tienen capacidad productiva y tecnológica para atender el 50% de las necesidades de componentes del cable. De modo que las expectativas son muy altas.
Así lo ha trasladado a este periódico esta semana el delegado de REE en Euskadi, Antonio González Urquijo, durante la celebración en Madrid de la junta general de accionistas de la entidad. Tras finalizar este mes la fase de consulta y participación pública del proyecto, Red Eléctrica ha comenzado ya la elaboración del estudio de impacto ambiental y del proyecto de ejecución.
La tramitación del trazado también contempla un proceso de información y consulta pública. Esa segunda etapa se prolongará este año y el próximo. Será en 2020 cuando se inicie la fase de construcción, que por las características del Cantábrico tendrá grandes limitaciones en su desarrollo.
Se estima que solo se podrá trabajar en el tendido del cable submarino entre abril y octubre, cuando el mar tiene mejores condiciones y coincidiendo además con las campañas pesqueras en el Golfo de Bizkaia. Por ello y de cara a evitar que los peces huyan de la zona, las cofradías de pescadores van a asesorar sobre las actuaciones. Ya se han producido también los primeros contactos con las flotas pesqueras y, a petición de las cofradías, se ha decidido que en el futuro estén presentes en las reuniones representantes del sector de ambos países. Sus opiniones serán “muy tenidas en cuenta” en la vertiente medioambiental, explica González Urquijo.
De forma paralela, el delegado en Euskadi de REE se ha reunido con los proveedores habituales de la compañía en Euskadi para “explicarles de primera mano” las características del proyecto. Todavía no se ha definido el trazado definitivo, pero se conocen las especificaciones técnicas del cable y de las subestaciones conversoras, y hay fabricantes vascos que dan la talla. Aunque es pronto para dar nombres, compañías como Arteche, Ingeteam, Ormazabal y Mesa, entre otros líderes del sector vasco de componentes eléctricos y estrechos colaboradores de Red Eléctrica, optan a participar en mayor o menor medida.
El Clúster vasco de la Energía, del que también es socio REE, está expectante y cuenta con información directa. “Es una macroobra y las compañías vascas no pueden optar a ganar el concurso, pero nuestra intención es ponerles en contacto con quien se adjudique el cable. Invitarles a ir a Euskadi para que conozcan el nivel tecnológico de las empresas con las que llevamos años trabajando”, subraya Antonio González Urquijo.
ingenierías Junto al sector eléctrico se podría añadir como posibles aspirantes a participar en el proyecto a compañías de ingeniería y obra civil. Las posibilidades son grandes y el posicionamiento de las empresas vascas abre todavía más las opciones. Sobre el papel, España asumirá la mayor parte del presupuesto, unos 647 millones de euros, al ser el más beneficiado por el cable eléctrico. Francia pondrá sobre la mesa 525 millones y Europa sufragará los 578 millones restantes.
Solo hay dos compañías en el mundo, una italiana y una noruega, que fabrican este tipo de cables, y además cuentan con los únicos barcos con las características que se requieren para el tendido. El concurso estará por tanto muy restringido. El proyecto consumirá la capacidad anual de fabricación mundial de cable, lo que da medida del interés que genera el cable del Golfo de Bizkaia a nivel internacional.
578
millones de euros es la subvención que recibirá de Europa la interconexión eléctrica entre Euskadi y Francia. Se trata de la cifra más alta recibida por una infraestructura energética en la Unión Europea y supone en torno a un tercio del total del coste. Las características. La infraestructura consta de dos cables eléctricos de 1.000 megawatios (mv) y una inversión estimada de 1.750 millones de euros. El transporte de la energía será en corriente continua y será necesario construir dos estaciones conversoras a corriente alterna en los dos extremos. Los cables tendrán una longitud de 370 kilómetros, 280 de ellos en tramo submarino. Saldrá de Euskadi en la zona de Gatika y enganchará con el sistema francés cerca de Burdeos.
El trazado terrestre. Queda por definir el recorrido terrestre del cable, unos 50 kilómetros a ambos lados del cable. La alternativa más demanda en los municipios afectados es soterrar el cable de cara a evitar el impacto visual.