donostia - La crisis del petróleo está obligando a las empresas que trabajan para el negocio de oil&gas a cambiar sus estrategias, caso del fabricante vasco de tubos de acero sin soldadura, Tubos Reunidos (TR), que ha decidido hacer frente a la caída de la facturación acercándose a sus principales clientes y ofreciendo más servicios añadidos.

Y dentro de esta estrategia se plantea en su nuevo plan industrial 2017-2020 aumentar su presencia industrial en Estados Unidos e India con plantas acabadoras para mejorar su presencia en los mayores mercados. Esto no implica la construcción de nuevas factorías sino la adquisición o la alianza con sociedades ya instaladas en dichos mercados, lo que permitirá mantener con más garantías la actividad de las plantas en Euskadi que, a día de hoy, están acogidas a sendos expedientes de regulación de empleo temporales que no será preciso ampliar, según señalaron los directivos, Pedro Abásolo, presidente, y Enrique Arriola, director general.

El máximo responsable de Tubos Reunidos, que cuenta con 72 años de edad, anunció ayer en el transcurso de la junta de accionistas de la compañía celebrada en el Museo Guggenheim de Bilbao que tras 27 años en la empresa dejará la presidencia una vez se resuelva la sucesión. Para ello se ha iniciado un “proceso de transición” para sustituirle “de forma natural y cuando se den las condiciones”.

El presidente de TR señaló que la compañía impulsará un nuevo plan estratégico para el periodo 2017-2020, al desviarse de los objetivos marcados para el próximo ejercicio por el efecto negativo que la caída de los precios del petróleo y la subsiguiente reducción de las inversiones en el negocio de petróleo y gas, sector que concentra el 31% de las ventas de TR, y que redujo su demanda mundial de tubos, un 32% en 2015.

Con las acciones de Tubos en mínimos en Bolsa, -han perdido el 60% de su valor en los últimos doce meses-, la compañía va a redoblar sus esfuerzos a corto plazo para reducir costes, bajar su nivel de endeudamiento y disminuir sus pérdidas “trimestre a trimestre” a lo largo del presente ejercicio.

Pese a las dificultades del mercado, -“estamos en un contexto dificilísimo”, recalcó el director general, Enrique Arriola-, la compañía que emplea a unos 1.400 trabajadores no tiene previsto aplicar nuevos ERE y su objetivo es reducir la aplicación de los dos actuales (en Tubos Reunidos Industrial y Productos Tubulares) con una “mayor contratación” de productos.

En la junta de accionistas, Pedro Abásolo, reconoció los malos resultados de la compañía en el último año y se refirió con crudeza al “futuro complicado” al que se enfrenta el sector de tubos sin soldadura, debido al “desplome” del precio del petróleo y la “drástica” disminución de la actividad de perforación del crudo y gas a nivel mundial.