donostia - Las empresas que fueron arrastradas por el naufragio de Fagor Electrodomésticos salen a flote. Tras superar un concurso de acreedores y reconvertirse en sociedad limitada bajo el paraguas de la Corporación Mondragón, los responsables de Fagor Grupo Mueble dieron ayer por superada su particular crisis, provocada por el parón en la construcción y la caída de Fagor Electrodomésticos, que le garantizaba cada año un colchón de facturación que era un auténtico salvavidas.
El negocio original, muebles de cocina, se completó con la alianza con otras dos empresas heridas que aportaron nuevos nichos de negocio, mobiliario de hogar, de oficinas y de hoteles. La llegada de un inversor, el fondo Maecenas Kapital, les permitió hacerle un quiebro a la crisis y hoy vuelven a sonreír.
Fagor Grupo Mueble presentó ayer su plan estratégico para los próximos dos años, 2016-2018. Un periodo en el que el reto principal será triplicar sus ventas del ejercicio pasado y alcanzar una facturación de 18 millones de euros dentro de dos años. Esa intensa actividad comercial tendrá un notable impacto en el empleo y se estima que será necesario elevar la plantilla en un 45%.
El objetivo es además crear empleo de “calidad” y en el “entorno” de Azpetia, donde está la fábrica -también tiene oficinas en Gasteiz-. Al final del camino del plan estratégico está la decisión de abandonar la marca Fagor y abrir definitivamente una nueva etapa.
El director general de Fagor Grupo Mueble (FGM), Jorge Alvarez, y el presidente ejecutivo de FGM, Franscisco Vera, explicaron ayer las líneas generales de su hoja de ruta en una rueda de prensa en Donostia, acompañados del director general de la Spri, Alexander Arriola, quien felicitó a la compañía por haber conseguido en menos de dos años “dar la vuelta a una situación complicada”. Arriola destacó que, tras superar los obstáculos de “una crisis económica, la propia del sector y un concurso de acreedores”, Fagor Mueble experimentó en 2015 una evolución “muy positiva”, con una facturación que asciende a casi 7 millones de euros, lo que supone un aumento del 89% respecto a 2014, casi el doble. El 84% de las ventas se realizan en el exterior. La cifra de negocio crecerá de forma significativa este año, ya que entre enero y abril se han cerrado pedidos por valor de 8 millones de euros -que serían, en principio, facturables a lo largo de este año- y quedan por delante otros ocho meses para cerrar nuevas operaciones.
Las claves del éxito son la internacionalización, el abandono del modelo de negocio tradicional basado en la fabricación en serie de mobiliario para dar soluciones integrales y a medida a los clientes, y la importante aportación de la unidad de negocio hotelera.