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“Queremos convertir Gipuzkoa en un lugar atractivo para captar proyectos de fuera”

La Hacienda Foral de Gipuzkoa se ha planteado como reto la armonización fiscal y la lucha contra el fraude como vías para impulsar el desarrollo económico

“Queremos convertir Gipuzkoa en un lugar atractivo para captar proyectos de fuera”

donostia - Uno de los reflejos más fieles de la situación económica de un territorio se encuentra en sus finanzas, y la política fiscal que se aplique definirá el destino hacia el que un equipo de gobierno quiere orientar el futuro de la ciudadanía. Por este motivo, el departamento foral de Hacienda adquiere protagonismo en un momento en el que se debate qué tipo de sociedad queremos tras un periodo difícil. Jabier Larrañaga explica las líneas maestras que guiarán el departamento en los próximos años.

Los incrementos de recaudación en 2015 se suceden cada mes. ¿A qué lo atribuye?

-Los principales impuestos que debemos analizar porque suponen el 90% de la recaudación total son los directos, entre los que destacan las retenciones de trabajo, y los indirectos, donde el más importante es el IVA. En este sentido, las retenciones de trabajo funcionan bien porque mantienen un crecimiento, pero es cierto que en septiembre el acumulado se situó en un 2,8%, que es una décima menos que en julio. Lo atribuyo al impacto que han tenido esas nubes en el horizonte como la situación de China y de los países emergentes y los precios de las materias primas. Por el contrario, el IVA que recaudamos en Gipuzkoa tenía en julio una subida en el acumulado del 0,9%, en agosto este crecimiento se situó en un 2,2% y en septiembre en un 3%, producto del consumo en periodo vacacional y del turismo. A la espera de la foto que realmente interesa de fin de año, en general la perspectiva es buena, aunque probablemente tengamos en el camino unos pequeños baches o dientes de sierra.

Gipuzkoa, al contrario que Álava y Bizkaia, ha cumplido con sus previsiones. ¿Cuáles han sido los elementos que han permitido este comportamiento?

-Una economía en crecimiento, aunque no tanto como nos gustaría, y el consumo. De cara el año que viene, la Diputación espera que sigamos creciendo a ritmos del 3%, aunque con algunas bajadas puntuales porque nuestros principales clientes en el exterior, Alemania y Francia, crecerán un 1,5% y un 1,2%, respectivamente. Lo importante es que tenemos una base de crecimiento y que continúe, porque será lo que nos permitirá llegar a los niveles de recaudación previstos y disponer de recursos para invertir en política social, donde se destina la mitad de lo recaudado.

Ese crecimiento económico, sin embargo, no se corresponde con una creación de empleo de calidad, lo que podría afectar a la recaudación al traducirse en un descenso en el IRPF. ¿Contemplan esta posibilidad y cómo afrontarla?

-Creemos que el año que viene será un buen año en empleo, pero desgraciadamente todavía seguiremos teniendo paro. Nuestra apuesta para combatir esta situación es una promoción económica que cree puestos de trabajo de calidad lo que, a su vez, incentivará el consumo. Nuestras claves para el próximo año serán apuntalar los negocios existentes, incentivar la creación de nuevos proyectos y convertir a Gipuzkoa en un territorio atractivo para captar proyectos de fuera.

¿Qué nuevos instrumentos financieros contempla para afianzar los buenos resultados recaudatorios?

- En estos momentos no tenemos en mente crear nuevos instrumentos, sino fomentar una cultura del acercamiento, de que la persona que tenga un proyecto en marcha o quiera iniciarlo tenga una percepción de que estamos para acompañarle y para aconsejarle sobre todas las herramientas que ponemos a su disposición. Es importante trabajar esa sensación de cercanía, de que tenemos las puertas abiertas.

Este año las participaciones empresariales quedan exentas del Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas. ¿Cuánto dejarán de percibir las arcas forales por esta medida?

-Creemos que ese impuesto, que representa el 1,5% del total de la recaudacion, va en contra de nuestra apuesta de legislatura, que es fomentar la promoción económica. Nos parecía fundamental eliminar las participaciones empresariales porque es un mensaje claro a quienes lideran proyectos o pretenden hacerlo de que la Diputación Foral de Gipuzkoa va a estar a su lado, les va a acompañar. El tejido empresarial guipuzcoano busca nuevos modelos de financiación, y uno de ellos puede ser las aportaciones de los trabajadores como método para crecer y generar riqueza, y este impuesto no facilitaba esta vía. Además, esta modificación no va a afectar a la recaudación porque hemos incrementado ligeramente las tarifas del impuesto para equilibrar lo recaudado.

¿La intención es introducir nuevas reformas el próximo año?

-Nuestra idea es crear un escudo que se adecúe a las tarifas para equipararnos a Bizkaia y Álava, donde los porcentajes son algo superiores pero tienen un escudo. Queremos diseñar un impuesto del patrimonio que aglutine todo.

¿Qué se puede hacer para lograr que retornen los contribuyentes que se fueron por este motivo?

-Yo confío, aunque no va a ser fácil, en que seamos capaces de que algunos vuelvan. No se trata de cuántos son sino del impacto en la recaudación, pero mucho más en la sociedad guipuzcoana. La marcha de esos empresarios o personas con capacidad de impulsar nuevos proyectos tiene una repercusión en la recaudación, pero otra mucho mayor en aspectos como creación de riqueza y de puestos de trabajo. Nuestro trabajo es presentar Gipuzkoa como un territorio atractivo para impulsar nuevas iniciativas.

¿Qué medidas se contemplan en la lucha contra el fraude fiscal?

-El objetivo principal y una de las prioridades de nuestro plan estratético es concienciar de que, si queremos ser una sociedad desarrollada, tenemos que tener tolerancia cero hacia el fraude fiscal. Es una cuestión de estrategia y de actuar con la motivación principal de concienciación. Existen planes tanto individuales de Gipuzkoa como colectivos de la CAV, y actuaremos en todos los ámbitos económicos para atajar este problema.

En algunos ayuntamientos gobernados por Bildu se detectó que los equipos de gobierno encargaban las labores de inspección a empresas privadas. ¿Existe la intención de acabar con esta práctica?

-Tenemos un proceso de reflexión abierto, es un asunto que se encuentra sobre la mesa y lo estamos estudiando.

¿Cuándo se corregirán los desajustes contemplados en la Ley de Aportaciones?

-Es uno de los retos de cara a la legislatura que queremos hacerlo bien, y eso requiere su tiempo porque es una cuestión muy compleja. Se trata de un trabajo armonizado entre los tres territorios de la CAV, que mantenemos reuniones con cierta periodicidad. La próxima será en noviembre y prevemos celebrar mensualmente un contacto. No hemos establecido plazos porque un ejercicio de este tipo cuesta muchísimo y es importante hacerlo bien aunque tardemos un poco.

¿Qué nuevas vías se contemplan en la consecución de la armonización fiscal de la CAV, además de la reforma del IRGF y de la Ley de Aportaciones?

-La distorsión estaba en el impuesto de la riqueza y, tras su conversión en impuesto del patrimonio, confío en que estemos alineados. De hecho, los nuevos desarrollos y reflexiones los hacemos de manera conjunta los tres territorios históricos porque no tiene sentido actuar de manera individual.

Respecto al Concierto Económico, ¿cuál será la postura de la Diputación Foral de Gipuzkoa en caso de que exista en el Estado una posición unilateral?

-El interlocutor es el Gobierno Vasco, y las diputaciones forales nos alineamos con sus argumentos.

Forma parte de un gobierno foral con el PSE. ¿Ha planteado a los diputados socialistas que traten el tema del Concierto económico con sus compañeros de otras regiones del Estado?

-No he hablado con ellos, pero nadie tiene ninguna duda de que aquí no solo apoyan el Concierto, sino que lo valoran porque es una herramienta fundamental para nosotros. He de añadir que no es ningún regalo. Hemos demostrado capacidad de gestión con un mecanismo que si lo administras bien es potente, pero debemos asumir que esa gestión implica un importante riesgo. Recaudemos o no la factura es siempre la misma, tanto en buenos tiempos como en épocas más difíciles, y desde que se firmó el Concierto económico hemos pasado por todas. Hay que recordar que no todos han sido años de bonanza, ha habido temporadas muy complicadas de recesión donde incluso los municipios tuvieron que devolver parte de lo recibido del fondo porque al final la recaudación había sido inferior. Es un instrumento potente siempre que se sepa gestionar y si hay algo que la Comunidad Autónoma Vasca ha demostrado es capacidad de gestión.