donostia - La presidenta de la Federación de Viudas de la CAV (Fevi) lamenta el intento del Gobierno español de abrir un debate para sacar la viudedad de la Seguridad Social. Bilbao teme que la pensión se convierta en una ayuda social que el Estado puede suprimir o rebajar en función de sus necesidades.

¿Cómo les ha sentado el plan del PP para la pensión de viudedad?

-La verdad es que es vergonzoso. Es muy duro, muy duro, muy, muy duro... Es algo que yo veía venir, algo en lo que yo estoy dando la lata y luchando desde hace cinco años. Ya en 2009 se empezó a rumorear algo y en 2010, en la asamblea anual de la federaciones de viudas del Estado en Barcelona, yo lo expuse en la reunión de presidentas de las diferentes asociaciones. Luego se lo pregunté a Isabel López i Chamosa, del PSOE, que estaba invitada a la asamblea. Entonces no estaba en el Pacto de Toledo, ahora sí, pero ella es socialista y Zapatero estaba en La Moncloa. Se lo pregunté frente a todas las viudas y respondió que solo eran rumores, tonterías. Pero luego, cuando hablé a solas con ella, le dije: Dirás lo que quieras Isabel, pero cuando se empieza a rumorear algo, malo. Respondió que sí se había hablado de ello, pero que no se llegaría a hacer nunca. Total que ahora, según ha hecho el anuncio el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomas Burgos, ha salido ella levantando la voz, diciendo que eso no se puede permitir. Pero cuando estaba el PSOE en el Gobierno ya lo estaban hablando..., yo ya no me fío de ninguno.

Sacar la pensión de supervivencia y muerte del sistema cambiaría su filosofía radicalmente.

-Lo que nos da muchísimo miedo es que te lo planteen como algo que hoy te lo ponen y mañana te lo pueden quitar. Si se saca de la Seguridad Social y va con cargo a los presupuestos, o con carga a prestaciones sociales, como si fuera una limosna, un Gobierno te lo da y el siguiente te lo puede quitar o recortar cuando llega un momento de crisis. Ya ha pasado con la Ley de Dependencia. En el País Vasco, dentro de lo que cabe, estamos muy bien en cuanto a la Dependencia, porque tenemos complementos muy buenos, pero en el resto de España les han recortado muchísimo, no hay complementos. Yo tengo una sobrina que vive en Valladolid con un niño con un grado muy alto de autismo y cobraba más de 500 euros, en este momento no llega a 300. Ahora, con ocho años, es cuando más atención profesional necesita el niño. A mí esto me indigna, me cabreo muchísimo.

El ministro Montoro ha insistido esta semana en que el debate es inaplazable. ¿Creen que si gana las elecciones el PP intentará cambiar inmediatamente el sistema?

-Lo importante no es cuándo se haga, sino que se plantee. Aunque digan que no nos va a afectar porque no será con carácter retroactivo, me da igual. Como presidenta de la Federación de Viudas de Euskadi yo no lucho solo por las que están ahora, también lo hago por que las que se queden viudas a partir de ahora tengan unas condiciones dignas. Además, yo cada día me fío menos, porque quién me dice que dentro de diez años no nos toca también. Pero en cualquier caso, para las que vienen su pensión de viudedad peligraría muchísimo. Yo me quede viuda con 39 años y me pude reincorporar al mercado laboral, pero hay muchas mujeres con 70 con 75 años o con 60 que ya no se pueden poner a trabajar. Es que es imposible. Si encima la pensión no va a ser proporcional a las cotizaciones, ¿qué va a ser de ellas?

¿Cómo les ha afectado la crisis?

-En el País Vasco tenemos mucha suerte en esto. Desde el año 2008, cuando estaba Joseba Azkarraga en el Departamento de Trabajo y Asuntos Sociales, en Euskadi tenemos un complemento de pensiones general, no solo para viudas, aunque a las que más beneficia es a las viudas o a las mujeres que nunca se han casado y que tenían pensiones bajas, e incluso tenían pensiones no contributivas de 300 y pico euros. En Euskadi hay un complemento que eleva la pensión por lo menos hasta el Salario Mínimo Interprofesional (648 euros). Por eso tenemos mucha suerte. Pero en el resto de España hay pensionistas con ingresos muy bajos.

La congelación de las pensiones ha recortado el poder adquisitivo.

-Nos ha afectado muchísimo. Ha habido congelación con el PSOE y con el PP. Pero ha habido una rebaja tremenda, porque, ¿qué supone una revalorización del 0,25% en las pensiones de viudedad que estén cobrando una miseria, en algunos casos 300 euros? No les da vergüenza mandar una carta con lo que van a subirte la pensión, cuando en muchos casos son unos céntimos. Gastan más en la carta y en la propaganda, porque eso es lo que es, propaganda. Es el colmo. Llevo 22 años viuda y mi pensión está obsoleta. Tengo otros complementos pero, en definitiva, mi poder adquisitivo es bajísimo.

Se ha quedado estancado.

-Un ejemplo: trabajando en la misma empresa que mi marido, cobrando lo mismo en su día, un compañero de mi marido se ha muerto hace seis años y su viuda cobra el 60% más de pensión que yo. En las empresas, las subidas de los salarios han sido más altas que las pensiones. Si yo, en vez de quedarme viuda hace 22 años, me hubiera quedado viuda hace seis años, tendría el 60% más que lo que tengo. Las pensiones se han devaluado muchísimo. ¿El IPC? Que no nos engañen. El IPC nunca es el incremento real de la vida y ahora no tenemos ni eso. Este año calcula el Gobierno central que el IPC cerrará en el 1,5% y nos vuelven a subir el 0,25%. Vamos a perder más de un punto. Y el año pasado otro y el anterior otro punto.

Y sin expectativas de recuperarlo.

-¿Cómo lo vamos a recuperar, si nos están diciendo que nos sacan del sistema público de pensiones?

¿Temen que la pensión de viudedad incluso deje de ser compatible con otros ingresos con el cambio que plantea el PP?

-Es que ese es el gran problema. Por ejemplo, la Ley que eleva en Euskadi la pensión hasta el salario mínimo es un complemento de la prestación contributiva. El que esté cobrando la jubilación va a tener derecho a seguir cobrando el complemento, pero si la sacan del sistema, en el caso de la viudedad tendrían que modificar la Ley vasca para poder disfrutar de ese complemento. Tal y como están ahora las cosas no sé si lo harían. Fue una Ley muy buena, tuvimos muchas discusiones, pero el Gobierno Vasco nos escuchó, ahora no sé que pasaría.

Es evidente que en Fevi están satisfechas con aquella negociación.

-Es que pusieron además una cosa muy buena, que la viuda sea unidad convivencial independiente, lo que implica que podemos tener hijos en casa que están trabajando pero que no se han independizado porque no pueden, porque ganan poco. En el Estado están que da vergüenza, si hay más ingresos en la casa les restan.

Ustedes defienden que la pensión de viudedad es un derecho generado por toda la unidad familiar.

-Claro. No solo cotiza el marido. En los casos de las mujeres que tienen hoy 65, 70 o 75 años, muchas quisieron seguir trabajando pero sus empresas no les dejaron porque iban a ser madres. Otras decidieron quedarse en casa cuidando de su familia. Había dos roles, el del padre que traía los ingresos familiares y el de la madre que sustentaba la unidad familiar. Siempre digo que cuando la madre es un poco derrochona o no mirada, esa familia se va al traste. La mujer es en muchos casos la que ha levantado y ha sacado adelante el hogar. Además, mi marido traía un dinero a casa, pero le quitaban una parte para pensiones y, del mismo modo, la empresa cotizaba por él. Para un sueldo de mil euros, el empresario destina dos mil. Paga impuestos, Seguridad Social, IRPF... Si en vez de pagar todo eso, el sueldo llega íntegro a casa, habría una gran diferencia. Pagamos el dinero de la pensión, nos lo quitan del sueldo, tenemos derecho a recibirlo. Es vergonzoso lo que están planteando.

¿Cuántas mujeres vascas viven solo de su pensión de viudedad?

-En torno a un 60% de las viudas (algo más de 81.100 mujeres).

Y cobran una media de 794 euros.

-Es la media, hay quien cobra menos. En Euskadi además está el complemento, que es importante pero tampoco es fácil vivir con 600 y pico euros, hay que estirarlos. Aunque tengas la casa pagada, que no ocurre en todos los casos, hay muchos gastos. Hay mujeres que salen de casa en invierno con días malísimos y van a la asociación a jugar a cartas porque así no gastan en calefacción. Luego van a casa, cenan cuatro cositas y a la cama a ver la tele con una manta. No pueden permitirse el gasto en calefacción.

El caso es que más allá de complementos como el del Gobierno Vasco, el tronco central, la pensión, apenas ha variado los últimos años.

-No ha variado nada de nada. Estoy viuda desde 1993, empecé cobrando el 45% de la base de cotización de mi marido y 22 años después cobro el 52%. Pero llevamos muchos años con el 52%. Hace cinco años negociamos con los partidos del Congreso. Les presentamos ocho peticiones y solo conseguimos que nos concedieran tres. Y a la hora de la verdad no han aplicado más que una. Y dentro de esas tres estaba que nuestra pensión iba a pasar al 70% de la base de cotización de forma escalonada, pero no se ha subido ni el primer escalón. Otra de las cosas que nos prometieron era que la edad máxima para cobrar la pensión de orfandad se ampliaría de los 22 a los 25 años, que ha sido al final la única que se ha cumplido.

¿Y el tercer punto que acordaron?

-Nos concedieron que la pensión de viudedad no tenga la consideración de renta de trabajo. Una pensión de viudedad no debe ser renta de trabajo, porque si estamos trabajando, lo notamos en la declaración de la renta. Si tienes un sueldo alto puedes asumir pagar a Hacienda, pero si trabajas de interina, la cosa se complica.

¿Con la filosofía que plantea el PP alcanzar el 70% es una quimera?

-Imposible. Ahora nos quieren dar una limosna. Esa es la rabia que me da. Que consideren siempre la pensión de viudedad como una ayuda, como un favor. Si el hombre se queda viudo sigue cobrando el 100% de la pensión, si es la mujer la que se queda viuda le rebajan automáticamente el 48%, pasa a cobrar el 52%, y estate contenta, que tú no cotizaste, vienen a decirnos, es lo que piensan.

El plan ha salido a la luz en agosto, ¿hay inquietud entre las viudas?

-Es un globo sonda de verano y está todo el mundo fuera. He intentado ponerme en contacto con otras presidentas, pero solo he podido hablar con la de Cantabria. Nadie se ha enterado. Aquí la noticia ha salido, pero una compañera que está en Cádiz me cuenta que en Andalucía no ha salido ni una sola línea.

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-No, ahora no se van a atrever. Lo malo es que lo empiezan a decir. Tengo la esperanza de que si López i Chamosa ha puesto el grito en el cielo, su partido, si gobierna otra vez, no siga adelante. Pero me da miedo, no me fío de ninguno.