El consumo y la inversión tiran del PIB
LA ECONOMÍA ESPAÑOLA CRECE | a ritmos previos a la crisis. El gasto de las familias continúa su escalada en el segundo trimestre y mejoran las exportaciones
donostia - La economía española creció en el segundo trimestre a su mayor ritmo desde 2007, el año que marca el borde del precipicio de la crisis. El PIB estatal repuntó un 3,1% interanual entre abril y junio, acelerando una décima su evolución trimestral hasta el 1%, gracias al empuje del consumo de los hogares y la inversión de las empresas. El esquema del crecimiento también empieza a parecerse al de antes de la recesión, porque la demanda interna asume su papel tractor y sustituye a las exportaciones como principal alimento de la actividad económica. El cambio de ciclo se consolida y España es el país que más crece en Europa, lejos del 1,6% de Alemania o del 1% de Francia. Las dos principales economías del euro han perdido fuelle en el arranque de este año y frenan los ritmos europeos.
Sin embargo, el flanco débil español continúa siendo el empleo. Según los datos de contabilidad nacional hechos públicos ayer por el INE, en los últimos doce meses se han creado 477.000 puestos de trabajo en el Estado. Una cifra apreciable que se diluye si se pone en perspectiva. La Seguridad Social solo ha ganado 85.267 cotizantes durante la legislatura y con 17.315.188 afiliados a finales de julio está todavía muy lejos de las cifras anteriores a la crisis, cuando se rozaron los 19,5 millones de trabajadores.
el consumo marca el ritmo Si no se tiene en cuenta el lunar del empleo, la economía española vive un momento dulce. El consumo interno encadena nueve trimestres al alza y asume todo el protagonismo en la economía. Traducido a números, el gasto interno de familias, administraciones y empresas contribuyen en un 3,3% al crecimiento anual del PIB, mientras que la demanda exterior tiene un impacto negativo del 0,2%. La suma de ambas cuestiones deja como resultado final el repunte del 3,1%.
Bajando al detalle, el consumo de los hogares aumenta a un ritmo del 3,5%, mientras que la inversión de las empresas supera el 6%, con un especial protagonismo de las compañías del sector industrial y de los servicios. Incluso el gasto de las administraciones está despertando de su letargo y repuntó un 1% en el segundo trimestre frente al 0,2% del primero. Las elecciones locales de junio son a pesar de todo la clave del incremento del gasto público, muy condicionado por las políticas de ajuste derivadas de los compromisos de reducción de déficit. No hay a corto plazo mucho margen para las alegrías en ese frente. Todo lo contrario ocurre en el ámbito de las exportaciones. Aunque algunos de los principales socios de las empresas del Estado están estancados, el comercio exterior mejoró notablemente en el segundo trimestre, con una subida de un 1,6% trimestral frente al 0,4% de los primeros tres meses del año. El precio del petróleo y la debilidad del euro facilitan las ventas en los mercados internacionales y lo seguirán haciendo previsiblemente los próximos meses si la crisis china no lo impide.
Al mismo tiempo, la demanda interna está elevando la temperatura en el ámbito de las importaciones, que crecieron un 2,3% en el segundo trimestre multiplicando por seis el avance del primero. En términos interanuales las exportaciones aumentaron un 6% y las importaciones un 7% y todo indica que se producirá este curso un nuevo récord en el sector exterior.
En la distribución por sectores, el ladrillo sigue siendo la actividad productiva más dinámica, pero todas crecen a un ritmo aceptable. El sector primario rompe con dos trimestres a la baja y crece un 2,2%. La industria acelera y pasa de ritmos del 2,9% a incrementos del 3,5%. Construcción se mantiene cerca del 6% y los servicios se sitúan en el 3%.
La patronal mostró ayer su entusiasmo por el detalles del repunte del PIB. La CEOE destacó que el patrón de crecimiento de la economía española es “más equilibrado” que en los meses anteriores por el protagonismo del consumo interno y el comportamiento más favorable de la demanda externa. Los socialistas defendieron todo lo contrario. A juicio de su portavoz económico, Pedro Saura, el empuje del PIB no parte de “bases sólidas” sino de factores “exógenos” como el precio del petróleo o la política cambiaria del Banco Central Europeo, y por eso reclamó “reorientar” la política económica. El sindicato UGT, por su parte, afirmó que la economía sigue sin despejar sus dudas sobre la consolidación de su crecimiento y ha dicho que las personas no perciben el incremento del PIB, en referencia a la larga cola del paro.
En cambio, Matilde Asián (PP) se mostró “razonablemente optimista” en relación al objetivo que se ha marcado su partido de alcanzar los 20 millones de trabajadores la próxima legislatura. Desde el PNV, Aitor Esteban recordó que las previsiones económicas del Gobierno de Rajoy son más elevadas que las de otros analistas y afirmó que el empleo que se crea está marcado por los sueldos bajos.
3,1%
La economía española creció un 1% en el segundo trimestre del año respecto al primero. En términos anuales, el repunte es del 3,1%. Sectores. La construcción mantiene el tono, mientras que los servicios y, sobre todo, la industria aceleran.
PIB
var. anual tr. itr. ii
Total 2,73,1
Agr., gan. y pesca-2,62,2
Industria 2,93,5
Construcción 5,75,8
Servicios 2,73,0
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