Donostia - El colectivo de parados de larga duración en la CAV sigue en sendas de crecimiento, al contrario de lo que ocurre en el Estado, donde si bien la tasa es muy alta, ha remitido su tendencia al alza. Este preocupante comportamiento se desprende del Informe Laboral Euskadi elaborado por la UPV/EHU correspondiente al segundo trimestre de 2015.

Los autores de este documento califican de “alarmante” el hecho de que los trabajadores vascos que pierden su puesto se perpetúan en el desempleo. La incidencia del paro en este colectivo ha crecido en la CAV tres puntos, al pasar del 67% al 70% en el último año. En el Estado este porcentaje también es muy elevado y se sitúa en el 65%, pero se ha mantenido estable en los últimos 12 meses.

Los responsables del informe consideran recomendable buscar una explicación a esta tendencia de crecimiento para esclarecer si el motivo responde a una menor capacidad del mercado de absorber a estos trabajadores o si, por el contrario, los parados de larga duración tienen un mayor salario de reserva.

Otro de los datos que preocupa al equipo de la UPV/EHU es que la CAV ha sido durante este trimestre la única comunidad autónoma que ha destruido empleo neto, cuando en el mismo periodo de 2014 el comportamiento fue justo el contrario, al crear nuevos puestos de trabajo. Este dato se relaciona directamente con un descenso de la ocupación que el territorio vasco comparte con Asturias, Murcia y Navarra.

Así, si bien el número de parados ha descendido en 4.000 personas durante este periodo, se debe a que se incrementan los inactivos en unas 7.000 personas. Es decir, el trasvase no se produce a una nueva situación laboral, sino que se realiza a la inactividad.

Sara de la Rica, Simona Demel y Luis Miller, coautores del informe, señalan entre las posibles causas el aumento del grupo de trabajadores que se jubilan o el incremento de jóvenes que deciden volver a la formación. Otro posible motivo que apuntan es que ha aumentado el número de personas que estando en edad de trabajar eran antes activas y un año después han pasado a la inactividad.

Este descenso de la ocupación unido a la falta de capacidad de generar puestos de trabajo son variables que “nos deben preocupar, porque ocho años después de la crisis todavía la creación neta de empleo no acaba de despegar y la ocupación no termina de arrancar en esta incipiente salida de la crisis”, según indica el informe.

Otros datos, en cambio, son más positivos. Uno de ellos es una disminución leve de la tasa del desempleo al pasar del 16,13% al 15,98%. A pesar de ser menor que en otras comunidades, también se debe tener en cuenta que la CAV no sufrió la seria destrucción de empleo registrada en otras zonas geográficas.

Otras conclusiones que se desprenden de este estudio de la UPV/EHU con respecto a los 864.600 trabajadores son un repunte de la temporalidad en la contratación, con una incidencia de la jornada parcial al alza, al contrario de lo que sucede en el Estado. Los trabajadores con estudios superiores mantienen su presencia mayoritaria, mientras que aumenta el peso relativo del sector servicios y del industrial.

En cuanto a los 164.400 parados, crece el colectivo de menores de 24 años y de mayores de 44. La presencia de hombres en desempleo también es notablemente superior a la del conjunto estatal, ya que de cada 100 personas paradas, 54 son varones mientras que en el Estado este número es de 50. Las mujeres, por su parte, cada vez tienen más presencia entre los ocupados.