dOnostia - La tradicional operación de tocar la campana saludando la entrada a cotización de una nueva compañía en los mercados bursátiles, en este caso la de Euskaltel, fue una pequeña fiesta en el patio de la Bolsa de Bilbao, institución muy poco acostumbrada a estos eventos pues de hecho la de ayer fue la primera vez que acontecía aunque la clásica campana metálica fue sustituida por una imagen digital y un sonido grabado.
Cerca de un centenar de invitados compartieron la alegría de los responsables de Euskaltel, con el presidente de la compañía a la cabeza Alberto García Erauzkin, por el éxito de la operación de la salida a Bolsa.
Entre los asistentes al acto el núcleo principal estaba formado, además de por los miembros del consejo de administración de Euskaltel y su equipo directivo, por representantes de los accionistas pasados y presentes, y las entidades que han colaborado con la operación, desde bancos de inversión a despachos de abogados, etc.
En primera fila los principales beneficiados de la operación, los representantes de los accionistas que han realizado la desinversión. Allí estaban, entre otros, el presidente de Kutxabank, Goyo Villalabeitia, el consejero delegado Javier García Lurueña y la responsable de la cartera de participadas, Alicia Vivanco.
Los máximos representantes de las organizaciones empresariales vascas Confebask y Cebek, Miguel Angel Lujua y Iñaki Garcinuño, respectivamente, fueron los únicos representantes institucionales que asistieron a un acto en el que se notó la ausencia de los dos anteriores presidentes de la compañía José Luis Larrea y José Antonio Ardanza.
Los directivos de Euskaltel vieron como afiliados de ELA, con su secretario general, Txiki Muñoz, al frente, se manifestaron ante el edificio de la Bolsa vestidos con camisetas de color naranja para protestar contra una operación que deja la mayoría del capital de Euskaltel en manos de fondos de inversión a los que definieron como “fondos buitres que lo único que buscan es rentabilidad y pegar pelotazos, como el que han dado los que compraron casi el 50% de las acciones de Euskaltel hace dos años y medio por 200 millones y hoy van a recibir 674 millones por vender esas acciones”
Por su parte, LAB indicó que Euskaltel empieza “un viaje sin retorno” con su salida a Bolsa y cree que “será pasto de los mercados financieros para mayor rentabilidad de los inversores privados”. - X. A.