donostia - El Tribunal Constitucional (TC) avaló ayer el despido libre en los contratos de apoyo a emprendedores que contempla la reforma laboral y propinó un nuevo golpe a la negociación colectiva al apoyar la prevalencia de los convenios de empresa sobre los provinciales y estatales. Esta fue la respuesta que dio ayer el Constitucional al recurso presentado por la mayoría del Parlamento de Navarra, PSN, Aralar, Bildu e I-E, en septiembre de 2012, siete meses después de que el Gobierno del PP aprobara la reforma laboral por decreto.

Esta decisión fue adoptada por el pleno del Constitucional, por una mayoría de nueve votos frente a tres en contra, al estudiar el recurso de inconstitucionalidad que planteó el Parlamento foral contra el despido sin causas ni indemnización que recoge la reforma laboral para los contratos de apoyo a emprendedores un año después de su realización y contra el predominio del convenio de empresa sobre el provincial y el estatal contra la obligación de acudir a la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos en los casos en los que trabajadores y empresa no se pusieran de acuerdo en el acuerdo de sus convenios de empresa y acatar sus resoluciones.

Esta es la primera vez que el TC se pronuncia sobre el fondo de la reforma del mercado de trabajo, ya que también hay pendiente otro recurso contra varios aspectos que presentó el Grupo Parlamentario Socialista y la Izquierda Plural y los sindicatos UGT y CCOO.

De esta forma, el Constitucional ha respaldado la duración del periodo de prueba en el llamado contrato indefinido de apoyo a los emprendedores, que la ley sitúa en un año, aunque los recurrentes consideraron que esta medida vulneraba derechos constitucionales. Lo mismo ocurre con la prevalencia de los convenios.

Antes de la reforma, el convenio estatal plasmaba unas condiciones, que por norma debían ser mejoradas en los pactos provinciales y a su vez en los de empresa. Así, el convenio estatal era una referencia base para el provincial y el provincial para el de empresa, y así se garantizaba un enriquecimiento de las condiciones laborales cada vez que se acotaba el marco de aplicación. Pero, tras la reforma, desaparece la obligatoriedad de que los convenios de empresa reflejen condiciones superiores a los provinciales y los provinciales a los estatales. Por ello, predominan los convenios de empresa sobre los provinciales y estatales, ya que ahora estos convenios no tienen por qué reflejar mejores condiciones que los otros dos en cuestiones salariales o de jornada, etc. Al avalar el TC la prevalencia de los convenios de empresa resta poder a los provinciales y estatales para salvaguardar las condiciones laborales de los trabajadores y actuar de paraguas que ampara a cientos de miles de trabajadores. La sentencia del TC se conocerá en los próximos días ya que todavía no está redactada.

las reacciones CCOO y UGT consideraron ayer que el TC “avala la agresión” de la reforma laboral a los derechos de los trabajadores y a la negociación colectiva y permite retrotraerse a “la época franquista de las relaciones laborales”. En un comunicado conjunto, los sindicatos lamentaron que se ratifique “la pérdida de poder de la negociación colectiva como instrumento de regulación de las relaciones laborales frente al poder unilateral del empresario, obviando el papel que la misma tiene que desempeñar en el Estado Social y democrático de Derecho que proclama nuestra modelo constitucional”.

Los jueces progresistas, a favor de continuar con el recurso. Fuentes jurídicas, concretaron que los tres magistrados que se posicionaron a favor de seguir adelante con el recurso fueron la vicepresidenta del Tribunal, Adela Asúa, Fernando Valdés y Luis Ignacio Ortega, todos ellos de corte progresista. Para esta votación el Pleno del Constitucional contaba ya con 12 magistrados, tras la incorporación de Antonio Narváez en sustitución de Enrique López, reforzando así el sector conservador del tribunal.

Recuperar los derechos laborales. El ganador de la consulta a la Secretaría General del PSOE, Pedro Sánchez, adelantó ayer que la primera medida que adoptaría como líder de un hipotético Gobierno socialista será la derogación de la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo popular de Mariano Rajoy para poder así “recuperar cuanto antes los derechos de los trabajadores”.

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El TC rechazó el recurso del Parlamento con nueve votos.