El Estado desconfía del interés de Cevital por Fagor
La Abogacía del Estado se opone a la venta de las marcas por el posible perjuicio sobre la actividad y el empleo
donostia - La ausencia de garantías de que, una vez que el grupo argelino Cevital adquiera las marcas con las que Fagor Electrodomésticos operaba en Francia abandone su interés por hacerse con las plantas de Arrasate y Eskoriatza y la creación de 300 empleos que ha prometido, es la razón por la que la Abogacía del Estado se ha opuesto a la autorización de la venta de las enseñas comerciales antes de proceder a su liquidación.
El temor a que con la venta de las marcas desaparece el único activo valioso que tiene Fagor Electrodomésticos, ya que sin ellas no se puede retomar la actividad productiva de las fabricas tanto en Francia como en Gipuzkoa, y con ello se favorecerían los intereses de las autoridades galas, se debe a que el oponente no tiene claro que la venta de las enseñas van a suponer la creación de puestos de trabajo en Euskadi.
"Cevital no ha hecho una oferta formal por los activos de Fagor en el perímetro de Euskadi, ni existe un documento firmado por las dos partes en las que el grupo argelino se compromete a adquirir las plantas y a generar los 300 puestos de trabajo que dice", manifestaron ayer a NOTICIAS DE GIPUZKOA fuentes próximas al proceso concursal de la cooperativa vasca.
Las mismas fuentes precisaron que "no hay ninguna garantía de que Cevital haga lo que dice que va a hacer en Arrasate y Eskoriatza porque a día de hoy la oferta es inexistente".
En este sentido, recuerdan que Cevital ha elaborado un documento de intenciones sobre los activos de Fagor Electrodomésticos en Gipuzkoa vinculado de manera "indivisible" a la obtención de las marcas francesas y los contactos que responsables del grupo argelino han tenido con los gestores de la cooperativa vasca y los administradores concursales, así como con el Gobierno Vasco.
El escrito de oposición que la Abogacía del Estado ha presentado contra la aceptación a trámite de la petición de autorización de la venta de las marcas francesas de Fagor por parte del juez de lo Mercantil Número 1 de Donostia, Pedro José Malagón, va a significar con toda seguridad una dilación en el proceso concursal que se está llevando en Francia, toda vez que está a la espera de que se acuerde la enajenación de las plantas de Orleans y Vendôme, así como el Servicio de Asistencia Técnica y el mantenimiento de 1.200 empleos por parte del grupo Cevital que ofrece 100 millones de euros y que es el único ofertante.
La operación tiene como "condición suspensiva" la tenencia de las marcas de Fagor en Francia que, a su vez, es "indivisible" a la adquisición de las plantas de Arrasate y Eskoriatza, en lo que se conceptúa como una oferta global.
Si Cevital no tiene las marcas De Dietrich, Brandt, Sauter, Vedette y Easycook, no solo decae la operación francés, sino las posibles pretensiones con respecto a los activos en Gipuzkoa.
Cevital ofrece 25 millones de euros por las marcas y 2,5 millones por los activos tanto tangibles como intangibles de Fagor en Euskadi.
El juez Malagón deberá ser muy preciso en su contestación a la Abogacía del Estado para evitar que el oponente, que representa los intereses de varias sociedades públicas con una deuda de 19,7 millones, pueda presentar un recurso que daría al traste con el procedimiento de la venta de las marcas antes de proceder a la liquidación del total de los activos.
A pesar de ello, fuentes conocedoras del proceso, afirman que "este va muy rápido, frente a lo que estamos acostumbrados" .
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