Donostia. Los trabajadores de Marie Brizard se reincorporaron ayer a sus puestos de trabajo en medio de momentos de gran emoción y abrazándose entre ellos, tras el acuerdo alcanzado en la noche del lunes con la dirección de la empresa y que ha dado fin a la huelga indefinida de un es que protagonizaron contra la decisión de la multinacional Belvedere de cerrar la fábrica.

A las ocho de la mañana de ayer, los trabajadores aprobaron en asamblea el acuerdo alcanzado la noche anterior entre la dirección y el comité de empresa, en lo que supone según manifestó a NOTICIAS DE GIPUZKOA, el responsable de pequeñas de empresas de ELA en Tolosaldea, Iñigo Balzola, que "la firmeza y organización de la plantilla de Marie Brizard ha sido clave para modificar radicalmente el planteamiento que la multinacional Belvedere de cerrar una planta con beneficios"

A la huelga indefinida que han protagonizado los trabajadores desde el pasado 19 de noviembre, fecha en que tuvieron conocimiento del ERE de extinción de contratos para los 47 empleados de la fábrica y con ello el cierre de la planta, hay que añadir los grandes errores que ha cometido la dirección de la multinacional al clausurar una factoría de producción de bebidas antes de la campaña de Navidad, que son las fechas de mayor consumo en este tipo de productos.

Asimismo, la multinacional no ha tenido el cuenta el carácter logístico de la planta para la distribución de sus productos en Francia y en el Estado, sobre todo en los importados, al aplicar el impuesto sobre Bebidas Alcohólicas que tributa en la Hacienda de Gipuzkoa.

También hay que tener en cuenta la centralización de la administración en Zizurkil de la bodega Marqués del Puerto y de los centros de distribución de Marie Brizard en el Estado, cuyos trabajadores no pudieron cobrar la nómina por la paralización del sistema informático.

Hasta tal punto era el desabastecimiento del mercado, que dos camiones estaban esperando ayer la vuelta al trabajo de los empleados para cargar mercancía para su distribución.

Todo ello y la firmeza de los trabajadores ha hecho posible un buen acuerdo que supone el mantenimiento de los puestos de trabajo y la continuidad de la actividad en la planta de Zizurkil.

En concreto, once trabajadores mayores de 55 años dejarán la empresa con una garantía salarial del 80% del salario neto garantizado hasta la edad de la jubilación.

Los restantes 36 trabajadores, de los que siete empleados abandonarán la empresa paulatinamente al cumplirse los contratos de relevo, mantendrán congelados sus sueldos en 2014, con un convenio renovado hasta 2015 y que blinda la aplicación de la reforma laboral.

Por contra, los trabajadores aceptan un ERE de suspensión de contrato por motivos de caída de producción de seis meses, de los que cada trabajador se verá afectado por tres meses.

Las dos partes han acordado un comité de seguimiento en la aplicación del ERE y de cualquier otras medidas que puedan afectar a la actividad laboral de la factoría.