Donostia. Azpeitia, uno de los municipios que ha sufrido con más crudeza la pérdida de empleo en el último año, tras el cierre de fábricas importantes como Corrugados o Azcue, entre otros, también puede verse seriamente afectado por la crisis de Fagor Electrodomésticos, propietario desde 2005 de Grumal, una compañía dedicada a la fabricación de muebles de cocina y que se encuentra inmersa en su propio plan de viabilidad, que pasa por convertirse en cooperativa.
La compañía, que es aún una sociedad mercantil pese a que su propietario es Fagor Electrodomésticos, se encuentra en proceso de cooperativización y según admitió ayer el alcalde de Azpeitia, Eneko Etxeberria a NOTICIAS DE GIPUZKOA, "queremos que en el plan de viabilidad que se haga en Fagor se les tenga en cuenta también a estos trabajadores". Según precisó Eneko Etxeberria, se trata de 143 personas, en su mayoría azpeitiarras, que podrían quedarse sin trabajo: 90 de ellos siguen trabajando en Grumal y otros 53 están reubicados en plantas de Fagor Electrodomésticos como socios temporales, a la espera de convertirse en socios definitivos.
Etxeberria, quien recuerda todo lo que ha sufrido Azpeitia en el último año, aseguró que el Gobierno municipal y los trabajadores "estamos muy preocupados" y pidió "que se tenga en cuenta a estas personas".
Grumal ha acusado de forma importante la crisis por su vinculación al mercado inmobiliario, como fabricante de cocinas que es. La compañía fue vendida por Masco Corporation a Fagor Electrodomésticos por 18 millones de euros en 2005. El grupo, que integraba a la ya extinguida Pemec, tenía entonces cinco plantas productivas en Azpeitia y en ellas trabajaban 260 personas. Su facturación rondaba entonces los 27 millones de euros.