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Guerra abierta en el sindicato Ehne

los agroecologistas piden un cambio total en su política agraria Hablan de "situación crítica" y defienden una "agricultura solidaria y sostenible" frente a productores más profesionales

Guerra abierta en el sindicato EhneA. Garcia

Donostia. La sombra de la escisión amenaza al sindicato agrario Ehne en Gipuzkoa, donde cuenta con unos 1.200 socios, después de no fructificar el periodo de seis meses que se concedieron en otoño de 2012 las partes enfrentadas para "curar las heridas" y alcanzar un mínimo consenso para abrir un debate sobre el rumbo a seguir en el futuro por el sindicato. De este modo, un grupo de socios de esta central vinculada a la izquierda abertzale, apoyado por exdirigentes como Maite Aristegi, exsecretaria general de Ehne y diputada de Amaiur en el Congreso de los Diputados; Iñaki Lazarobaster, expresidente de Gipuzkoako Ehne y parlamentario de EH Bildu en la Cámara Vasca; y Marije Intxausti, expresidenta de Gipuzkoako Ehne; así como miembros que recientemente han dimitido en la Ejecutiva de Gipuzkoa, pidieron ayer en Donostia la convocatoria de un congreso "con carácter de urgencia", en el plazo de quince días, para que el proceso de debate y renovación pueda completarse antes de agosto.

El motivo de hacer pública esta ruptura y "socializar" el problema, admitieron, es que no han conseguido forzar un nuevo congreso desde dentro de la organización, dada la oposición de la directiva actual.

Este sector crítico, según dijeron los portavoces Joxi Azpillaga e Itziar Arkonada, considera que las últimas seis dimisiones en la directiva han dejado al sindicato con solo cuatro de sus once miembros y "sin nadie capacitado para tomar decisiones ni para representar a su dirección".

Los impulsores de esta corriente agroecologista dicen que "ante el declive propiciado por las políticas de derechas y la evolución del sector, el sindicato no ha sabido adaptarse a los cambios y ha continuado con inercias de otros tiempos, hasta el punto que ya ha dejado de ser atractivo para nuevos activos y jóvenes".

El modelo que defienden tiene como "base la soberanía alimentaria: personas agricultoras autónomas y autosuficientes, sin dependencia externa y ligadas a la tierra, en torno a un modelo sostenible que impulsa el mercado y el consumo local" a través de grupos de consumo. También proponen una nueva estructura organizativa que "supere el provincialismo y el sectorialismo especializado", lo que "abrirá camino a una nueva estructura democrática en Euskal Herria".

"no contemplamos la escisión" Preguntado sobre la posibilidad de una escisión si persiste la falta de acuerdo, Azpillaga dijo que "no contemplamos ese escenario", ya que "no se plantea una lucha", sino un proceso de "decisión democrática" sobre el rumbo a seguir. Según añadió, la renovación de la dirección del sindicato en 2008, "no ha conseguido su objetivo y, desgraciadamente, cinco años después se ha vuelto a la misma incapacidad de superar conflictos entre miembros de Ehne".