CENTENARES de personas, más de un millar, se echaron ayer a la calle para protestar contra el anunciado cierre de Corrugados Azpeitia, un símbolo de esta localidad del valle del Urola, la antigua Marcial Ucín. "Una planta que durante años hemos construido nosotros, los azpeitiarras", según reconocía el alcalde de la localidad, Eneko Etxeberria, uno entre tantos vecinos que ayer participaron en la manifestación que el comité de empresa de la fábrica había convocado. Después de muchas diferencias, miembros de las tres representaciones sindicales de la planta -LAB, ELA y Corrugados Bai- coincidieron en la protesta que pedía que no se cierre la fábrica.

Azpeitia está lleno de carteles. La gran mayoría contra el cierre de Corrugados Azpeitia, otros contra los 38 despidos que el mismo propietario, el grupo Alfonso Gallardo, pretende llevar a cabo en Corrugados Lasao, donde la empresa quiere prescindir de la mitad de la plantilla; y también hay leyendas que llaman a manifestarse en favor del empleo el próximo Primero de Mayo y las que defienden la renovación del convenio del Metal. Coloquialmente, el pueblo está "empapelado".

Son carteles que reflejan el estado de crisis que vive esta localidad de 14.500 habitantes. Su alcalde, Eneko Etxeberria, reconocía ayer que la caída de actividad en varias empresas clave de Azpeitia están afectando también a la hostelería y el comercio y aseguraba ayer que, "de alguna forma, el cierre de Corrugados también nos toca el orgullo".

Primero, los datos. El mismo alcalde aseguraba que hay que contextualizar. Azpeitia ha sufrido en los últimos seis años de crisis una pérdida terrible de empleo. Concretamente, el número de parados registrados se ha multiplicado por tres, pasando de 335 en marzo de 2007 a los 1.059 que se registran en la actualidad.

Ateniéndose, además, a los datos de 2012, se ve que este fue un año negro para el pueblo y la comarca, ya que Azpeitia lideró el ránking de localidades importantes -más de 10.000 habitantes- en los que más aumentó el número de parados. El número de personas que engrosaron el desempleo pasó, concretamente, de 791 a 998 y la cifra sigue creciendo. Más de 200 familias castigadas en solo doce meses. La subida representa un 26%.

Pero es que la subida del paro fue parecida en Azkoitia, localidad vecina de 11.500 habitantes, donde las personas registradas en Lanbide aumentaron un 22,7%. Allí hay ya más de 800 parados. En conclusión, el castigo del paro afecta más allá de Azpeitia, también al resto de la comarca. Otro mazazo de 340 personas más ahora, si se confirman los peores augurios en Corrugados Azpeitia y Lasao, supondría un "duro golpe" para la zona.

sangría entre mayores de 45 años

De 124 a 504 parados

El mayor castigo, además, se ha producido ente la población de más de 45 años. Según los datos que figuran en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y en Lanbide, las personas en paro de este colectivo se han multiplicado por cuatro. Eran concretamente 124 en marzo de 2007 y superan los 500 ya en el cierre del mes anterior. Entre los menores de 25 años, las cifras en términos relativos son similares, pero el número de personas afectadas es menor. Los mayores son, por tanto, el colectivo más castigado.

En este escenario, el anuncio de cierre de Corrugados es una losa más, porque no supone solo 300 despidos ni los otros 100 puestos de trabajo indirectos que se perderían también. Es llover sobre mojado. Tocar hueso. Aunque el miembro del comité de empresa, Esteban Campos, recordó que detrás de estos "hay una persona y una familia", el momento de crisis que vive Azpeitia va más allá. Se trata de una localidad muy vinculada al mueble y por extensión, de forma indirecta, a la construcción, que es lo que más ha sufrido esta crisis.

Azpeitia cuenta con importantes constructoras como Altuna y Uria, o Antzibar, entre otras, que también lo están pasando mal; con muchas empresas del mueble que indirectamente también tienen relación con la construcción, y finalmente cuenta con un "tercer pilar", Corrugados Azpeitia, la gran fábrica del pueblo, que casualmente también construye acero corrugado para la construcción.

Según recordaba Etxeberria, actualmente la fábrica de muebles Azcue permanece cerrada y sus 120 trabajadores están sin empleo; además con la crisis han cerrado empresa como Hormigones Lazkano y la "actividad ha caído" de forma importante en otras como Pemec y Danona. También "la industria auxiliar del mueble ha bajado mucho y lo han notado muchos autónomos".

Aún así, admitió, "lo de Corrugados es especial, todos sabemos el peso que tiene. Es una empresa histórica, nuestra y simbólica", que finalmente ha quedado en manos de un grupo donde "las decisiones se toman lejos de aquí. Da envidia otros modelos que tenemos por aquí y en los que las decisiones se toman en casa", dijo.

"Me parece vergonzoso que a las tres instituciones que estamos -Gobierno Vasco, Diputación y Ayuntamiento-, cuando hemos estado con la empresa, hace 50 días, nos decían que la empresa era viable y ahora nos dicen que va a desaparecer. Eso genera sorpresa y estupefacción. Una cosa es plantear una reestructuración de la plantilla. Las instituciones defendíamos que se mantuviese el mayor número de empleos en base a una negociación real con la representación de los trabajadores. Una cosa es eso y otra es el planteamiento de cierre. Las consecuencias son fatales".

un mes de ¿negociación?

El viernes se abre el plazo

El periodo de consultas para la negociación del ERE comenzará el próximo viernes, día 26. El comité de empresa no sabe a qué atenerse, ni si la compañía mostrará voluntad alguna de negociar. En todo caso, ya trabajan con las instituciones vascas -Gobierno Vasco, Diputación y Ayuntamiento-para iniciar la búsqueda de un nuevo socio industrial que se haga con la planta y mantenga la actividad. De cara a esta opción, el cierre que plantea Gallardo es una losa más que hace perder valor a Corrugados. En el mismo expediente de regulación se han introducido despidos en dos pequeñas fábricas de Badajoz para trasladar la negociación a Madrid.