Donostia. La makila que el lehendakari Urkullu le entregó en su despedida como consejero delegado de Elkargi tras 25 años (1988-2013) en el cargo, fue el colofón para Jesús Alberdi, que ayer puso final a su dilatada carrera llevándose el cariño de mucha gente. Antes del acto institucional con Urkullu, Alberdi tuvo que contener las lágrimas ante la dedicatoria del bertsolari Andoni Egaña, salido de entre el millar de asistentes que casi llenó el cubo grande del Kursaal. Los trabajadores de Elkargi le entregaron un poema dedicado con sus firmas y el que fuera presidente de la entidad durante 29 años, Victoriano Susperregui, le colocó la insignia de oro de Elkargi.
Amigos y compañeros como Pello Juaristi, Román Sudupe, ambos azkoitiarras como él y de su misma cuadrilla; otros como Victoriano Susperregui, Mario Fernández, José María Urchegi, José Miguel Antoñanzas y Pedro Luis Uriarte le calificaron, en un emotivo vídeo, como "persona imprescindible que si no existiera, habría que haberla creado"; también como "un hombre de bien" y "una gran persona que ha sabido serlo siendo un gran profesional".
Alberdi tuvo palabras de recuerdo para los difuntos José María Vizcaíno y su "gran amigo y compañero" Joxe Mari Korta, víctima de la "sinrazón" de ETA, que le asesinó hace casi trece años.