donostia. El rescate bancario español ha marcado el paso del Gobierno español desde que el pasado 9 de junio el ministro de Economía De Guindos solicitase el socorro a sus socios. La ayuda no es gratuita y para ir obteniendo los tramos pactados el Estado debe demostrar que cumple lo acordado. Algo que de momento ha logrado, ya que el segundo tramo está en camino.

Al menos así lo confirmó ayer Jeroen Dijsselbloem, ministro de Finanzas holandés y candidato a presidir el Eurogrupo, quién explicó que el consejo de administración del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), en el que están representados los países de la eurozona, aprobará el próximo lunes el desembolso del segundo tramo del rescate bancario español, que asciende a 1.865 millones de euros.

La ayuda se destinará a recapitalizar los bancos que sin ser nacionalizados requieren ayudas externas, es decir, Banco Mare Nostrum (que recibirá 730 millones), Banco Ceiss (604 millones), Liberbank (124 millones) y Caja3 (407 millones). A cambio de este nuevo paquete de ayudas, las cuatro entidades señaladas deberán reducir su tamaño de media un 30%.

En una carta dirigida al parlamento de su país, el político holandés y previsiblemente próximo presidente del Eurogrupo señala que el cumplimiento por parte de España de las condiciones impuestas por la UE a cambio de la ayuda "va en gran medida en la buena dirección". Aunque la Comisión constata "una serie de problemas operativos" en el banco malo, conocido como la Sociedad de Activos Procedentes de la Reestructuración Financiera (Sareb) transferidos por las entidades que han recibido ayudas, "incluyendo la elaboración de un buen plan de negocio".

En cualquier caso, los inspectores de la troika, formada por la Comisión, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional viajarán a Madrid durante la última semana de enero para concluir su segunda evaluación sobre el grado de cumplimiento por parte de España de las condiciones del rescate bancario.