Gerardo Díaz Ferrán aportó una peculiar solución a la crisis económica: "Trabajar más y, desgraciadamente, ganar menos". Durante un acto con jóvenes, explicó que al principio de la democracia se trabajaban 48 horas semanales, que han pasado a ser 40 oficiales, pero de las que, en realidad, sólo son efectivas 38 horas. Así, el patrón de patronos entiende, explicó, que "es imposible estar trabajando 38 horas y pensar que se va a salir de la crisis". "Es muy duro decirlo, pero es la verdad", remató.