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La liquidación en dos fases de Inquitex deja ya en el paro a 70 trabajadores

otros 40 empleados mantienen la actividad hasta fin de octubre esperando un comprador La plantilla teme perder una parte importante del dinero que se les adeuda tras los recortes de Rajoy en el Fogasa

La liquidación en dos fases de Inquitex deja ya en el paro a 70 trabajadoresGorka Estrada

Donostia. Los primeros 70 trabajadores de los 110 que componían la plantilla de Inquitex, en Andoain, ya están inscritos en el paro como demandantes de empleo desde la semana pasada, aunque no podrán acceder a la prestación hasta el 2 de octubre, fecha en la que finaliza su periodo vacacional. "Un último regalo" de los administradores concursales para la plantilla, que ya llevaba varios meses sin cobrar. Se les adeudaban unos 150 días laborales y ahora dejarán de percibir otros 22 días correspondientes a las vacaciones, tal y como indicó ayer a este periódico el presidente del comité de empresa, Ángel San José.

El juez del Juzgado número 1 de lo Mercantil de Donostia emitió el auto de liquidación el pasado lunes día 10, después de que la propia empresa solicitase su extinción el 11 de mayo tras una dura lucha de casi cuatro años contra la crisis. La liquidación se llevará a cabo en dos fases: en la primera de ellas se ha extinguido el contrato de 70 trabajadores (el 63% de la plantilla), con fecha del 2 de octubre, mientras que otros 40 siguen manteniendo la producción.

Precisamente, el auto de liquidación contempla que esta segunda fase se alargue hasta finales de octubre, cuando se cerraría el proceso e Inquitex, líder estatal en la fabricación de fibra de poliéster -fundamentalmente para la industria del automóvil- e importante productor de lámina de PET, el material con el que se fabrican las botellas de agua.

Los trabajadores lo entienden como "una maniobra de cara a un posible comprador" que pudiera aparecer para quedarse con parte de la compañía y que ello pueda redundar en algunas recontrataciones.

Hay que recordar que el cáncer que acabado con Inquitex es la falta de circulante. Tal y como indicó la dirección de la empresa en mayo, "el agravamiento de la crisis financiera en el país ha hecho que la banca haya ido retirando dos tercios de las ya escasas líneas de financiación de circulante desde el inicio de 2012, y en el contexto de crisis aguda ha sido imposible atraer a nuevos inversores, tal y como estaba planteado".

la tijera de rajoy La liquidación, además de la pérdida del puesto de trabajo, conllevará importantes perjuicios para los trabajadores, según indicó San José. Entre ellos, pérdidas de "más de 20.000 euros en algunos casos", ya que el Fogasa (Fondo de Garantía Salarial), que se tendrá que hacer cargo de la deuda de la empresa con los trabajadores, no lo cubre todo. La plantilla no sabe, además, si se les aplicará otro de los recortes que Rajoy hizo en julio -la liquidación se solicitó en mayo pero el juez la autorizó en septiembre- y que afectó de lleno al Fogasa, bajando el máximo a percibir de 150 días laborales a 120. Hay que tener en cuenta que finalmente los empleados se van a la calle con 170 días de salario pendiente, lo que les podría dejar con casi tres meses sin cobrar.

Además, en torno al 60% de la plantilla ha superado, dijo el presidente del comité, la cantidad de 180 días de ERE, que son los que el Servicio Público de Empleo devuelve tras una liquidación. Así, trabajadores que han acumulado más de 250 días de ERE desde 2009 se quedarían sin cobrar tres meses de paro. Cuando empezó la crisis, a finales de 2008, Inquitex tenía 172 trabajadores.