donostia. El economista Santiago Barbadillo, máximo responsable de la empresa BYA-Barbadillo y Asociados, es uno de los mayores expertos del sector de franquicias en el Estado español tras iniciarse en este modelo de negocio en Londres en 1987 en el banco Natwest.

La Comunidad Autónoma Vasca ha sido origen de numerosas iniciativas empresariales pero en el mundo de la franquicia hay pocas pymes que se desarrollen así desde Euskadi.

Sí, y tal vez sea debido a que existe un espíritu emprendedor más ligado al sector industrial que al comercial. La verdad es que el número de enseñas en el País Vasco en relación al conjunto de España, en porcentaje, es inferior al peso que tiene la economía vasca en el Estado. En Levante, por ejemplo, hay más iniciativas pero muchas tienen que ver con los servicios y el ocio, y no hay que olvidar que es una zona donde el turismo tiene un peso muy importante que no tiene el País Vasco y esa puede ser otra razón del menor número de franquicias vascas.

Un problema para montar un negocio en franquicia era el alto coste de alquiler de los locales. ¿Ha cambiado esto?

Sí. No tanto este pasado año como en el anterior. La única parte positiva, por decir algo de esta crisis, es que los precios de los alquileres de locales comerciales, salvo sitios muy concretos, han bajado y esto es una ayuda para el emprendedor.

Las franquicias ofrecen como gran atractivo, además del 'know-how', la cobertura de una marca reconocida. ¿Han perdido peso las marcas con el auge de las marcas de distribución?

La sociedad occidental es cada vez más marquista. Las marcas, en tanto que ofrecen el reconocimiento de una buena relación calidad-precio para un producto, tienen mucho impacto en el gran consumo. La marca blanca ha crecido mucho en algunos elementos de alimentación de las grandes empresas de distribución comercial pero en segmentos como los de moda, servicios o restauración, la marca es muy importante

¿La crisis ha incidido en algunas actividades de franquicia más que en otras?

Sin duda, pues ha acentuado la decadencia de negocios que por razones de mercado ya pasaban por una situación problemática. Por ejemplo, todas las franquicias relacionadas con el revelado de fotografías han bajado notablemente. La misma situación se ha producido en las agencias de viajes, pues con el auge del uso de Internet para sacar los billetes y las reservas su negocio es menor. Al desaparecer el mercado en estas actividades, lógicamente las franquicias lo han sufrido. La misma situación ha pasado en el sector inmobiliario, la destrucción de franquicias y negocios ha sido notable. En el lado contrario, y aunque el volumen de ventas por unidad ha descendido en general por la menor demanda en España, hay sectores de actividad que están en auge o se mantienen bien. Crece todo lo relacionado con el culto al cuerpo, -belleza-fitness ...-, se mantiene el tema de la hostelería aunque con menor gasto medio por cliente. Lo relacionado con el ocio aguanta bien. Y han surgido con fuerza empresas de servicios a domicilio. Luego hay grandes cadenas como Carrefour, que usan la franquicia para, con ayuda de emprendedores implicados, crecer en el comercio urbano.